Juan José Padilla cumple 50 años: «De lo que estoy más orgulloso es de mi familia»
Desde su casa de Sanlúcar de Barrameda, donde pasa el verano, el torero repasa su trayectoria y descarta una vuelta a los ruedos

Lleva cinco temporadas retirado de los ruedos, pero Juan José Padilla sigue siendo un referente dentro y fuera de los ruedos. Acaba de cumplir los cincuenta y pasa el verano en Sanlúcar de Barrameda, el hogar junto a los suyos, su mujer Lidia, y sus hijos, Paloma, de 19 años y Martín de 17. Cerca del mar, en un coqueto chalé de una planta en el que la familia tiene su punto de encuentro, ahora que Paloma se ha marchado a Sevilla para estudiar Derecho.
Padilla lleva más de veinte operaciones tras la última cornada que sufrió en Zaragoza y le obliga a llevar un parche, pero su recuperación ha sido milagrosa gracias a un trabajo intensivo con el doctor Alberto García Perla, fisioterapeutas y logopedas: «tengo media lengua paralizada y no es perceptible al hablar».
-¿Tu hijo Martín ha seguido los pasos de Joaquín como futbolista en lugar de los tuyos como torero?
-Él quiere estudiar también en Sevilla, Marketing, quiere vivir con su hermana porque tiene una relación muy fuerte con ella, están muy unidos. Le gusta mucho el diseño gráfico y el marketing, este año termina bachillerato y el próximo año termina la carrera. Ha sido futbolista, jugó varios años federados, incluso de niño un ojeador lo vio y le ofreció la posibilidad de jugar fuera pero era miedoso porque era muy pequeño, ahora se arrepiente de no haber aprovechado aquella oportunidad. Sigue jugando, aunque no de manera profesional, juega con sus amigos, le gusta mucho el deporte y sobre todo el futbol, sigue todas las ligas, a todos los jugadores...
-Eres una persona tremendamente querida en tu profesión.
-Siempre he intentado, con humildad, ser primero persona, soy como soy, creo que la naturalidad es muy importante y he intentado serlo siempre con mis compañeros. Aunque en la plaza haya rivalidad fuera de ellas siempre hay respeto y compañerismo, he intentado siempre llevarme bien con todos. Creo que he hecho amigos, desde Enrique Ponce, el Juli, mi compadre Finito, que es como hermano, Morante, Escribano… tengo una relación estrecha con muchos de mis compañeros.
-¿Cuál es tu balance vital al cumplir 50 años?
-Mi balance es muy positivo en todos lo sentidos, creo que he conseguido mucho más de lo esperado en mi profesión y en mi vida. No ha sido fácil, las cosas tienen que costar para que las valoremos, pero la recompensa al llegar a mis 50 años de vida ha merecido la pena.
-¿Y de qué te sientes más orgulloso?
-De mi familia. Hemos creado una familia maravillosa, me siento orgulloso de mis hijos que son unos niños con grandes valores, disciplina, formalidad. Ha sido muy bonito verlos crecer y continuar con su vida, sus estudios. Creo que dejé mi profesión en el momento oportuno.
-Cincuenta años de vida y más de media con Lidia.
-Cumplimos este año 24 años de matrimonio, en octubre y estoy deseando cumplir las bodas de plata, cada día estoy más enamorado, llevamos toda la vida juntos hemos hecho un buen equipo.
-Después de cinco años retirado, ¿sigues pensando que es una retirada definitiva?
-Sí, porque yo no puedo engañar a nadie, he recibido muchas ofertas de empresarios de reaparecer, de hacer algo puntual pero yo colgué el traje convencido de lo que hacía, en un momento muy importante de mi carrera pero mermado de facultades. Tenía que hacer un esfuerzo tremendo, llegué a sentir vértigos al estar en la plaza. Hay que saber retirarse y aunque aparentemente estaba bien había muchos problemas que no se veían. Sigo teniendo problemas de vértigos y tengo secuelas que arrastraré toda la vida.
-¿Cuáles son esas secuelas?
-Acúfenos y oído crónico (ruido constante) que vamos controlando con medicación, y aún hay que corregir cosas y rectificar la mandíbula. He tenido que pasar más de 20 veces por quirófano, pero los resultados son muy positivos. El doctor García Perla sigue al frente, tenemos una gran amistad y cuando vuelva de vacaciones tengo otra revisión. Posiblemente tenga que pasar otra vez en quirófano. El avance es increíble, hemos conseguido mejores resultados de los esperados. El decía que llegaría a recuperar un 75 por ciento de la simetría y siento que he llegado a un 95 por ciento. Ha habido un gran trabajo, con el doctor García Perla, fisioterapeutas, logopedas… Prácticamente tengo media lengua paralizada y no me impide hablar.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete