El cartel del Domingo de Resurrección en la Maestranza: Morante de la Puebla, Daniel Luque y...

Morante ya ha esbozado un primer boceto de este regreso a los ruedos: primero en Olivenza, donde tanto empeño ha puesto Antonio Barrera; después, aunque no haya nada cerrado, tratará de estar en las principales ferias del curso hasta que llegue el Domingo de Resurrección, que es la fecha que más a fuego se ha marcado en su cabeza. Con la complacencia de Ramón Valencia, el torero de La Puebla del Río volverá a ser el puntal de la temporada taurina de Sevilla. Cuatro tardes en su abono, según puede adelantar este periódico. Entrena a diario, físicamente y siempre con un capote o una muleta cerca para engrasar las muñecas y oxigenar el alma. En su refugio portugués, donde va recuperando el sosiego y la felicidad, con el encomiable esfuerzo de su entorno más cercano.

Que Morante se haya reactivado profesionalmente implica a su vez una vuelca de tuerca al que iba a ser un mortecino inicio de temporada, por la ausencia de éste y la incomparecencia de Roca Rey, que por el momento se mantiene en la idea de no torear más de cincuenta corridas de toros, casi todas ellas en las principales ferias y donde más posibilidades tiene de colgar el cartel de 'No hay billetes'. Tal y como ha podido saber este periódico, se plantea estar dos tardes en el abono –no sería descartable una tercera en San Miguel–, rehusando del Domingo de Resurrección. Como aún no parece dispuesto a volver a torear con Daniel Luque en España –no descarten un encontronazo estival en un coso francés–, la corrida inaugural sevillana por fin le abre sus puertas al torero de Gerena, quien será el segundo nombre fijo de esta fecha. Después, queda por concretarse si será Juan Ortega, como demanda la afición tras hacer pleno en los trofeos a la mejor faena del 2024, o si en cambio será Alejandro Talavante quien acompañe a Morante y Luque. La empresa, más inclinada hacia el extremeño, tiene fácil respuesta: abrió la Puerta del Príncipe en San Miguel. Por si suena la flauta, Borja Jiménez ha encargado un vestido de más al sastre.

A nadie se le escapa el actual, o renovado, desencuentro entre el empresario de la Maestranza y el apoderado de Juan Ortega. Aunque todo parece indicar que el sevillano estará en el abono, queda por ver si Ramón Valencia será capaz de atenderlo como merece (empezando por el Domingo de Resurrección, que es la tarde que más categoría desprende) y si José María Garzón hará valer los intereses y méritos de su torero, por encima de su herido orgullo empresarial. Entre empresarios anda el juego. Si no se entienden, saldrá otra vez perdiendo la afición... y el torero.