UTRERITA
¡Savia nueva, don Ramón!
Se percibía ayer en el ambiente de la plaza la ilusión de ver toreros jóvenes, algo que demanda la afición y el toreo. La apuesta de la empresa Pagés por la juventud podría y debería ser más rotunda. Más valiente. Si hay toreros que no ... deciden irse después de muchos años no pasa nada por sentarlos o no darles el trato que está empresa da a determinados toreros que ya han dicho todo o casi todo en el toreo. Por eso cada día que pasa tiene más categoría El Juli y su forma de irse del toreo.
A mí me apetecía mucho el cartel de ayer como me hubiera gustado ver acartelado a Fernando Adrián, Juan de Castilla, Clemente o un torero menos nuevo pero que por sus últimas faenas y su forma de entender el toreo tenía que estar en Sevilla, como el malagueño Jiménez Fortes.
La oreja de Lama de Góngora, la vuelta al ruedo de Calerito y la de Samuel Navalón fueron fruto de la ambición e ilusión que tuvieron ante la corrida tremendamente pareja y sevillana que trajo Ricardo Gallardo, que le faltó fondo o raza en el último tercio pero que dejó embestidas extraordinarias y un cuarto toro muy completo.
Hay que pensar en el futuro y en la afición entendida de esta plaza de Sevilla que no sólo acude a ver nombres sino toreros con ganas de abrirse camino y con la hierba en la boca.
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