citando de frente
Sevilla se viste de lujo y oro el Domingo de Resurrección
Regresa, por un día, Espartaco; se reencuentra con Sevilla José María Manzanares y toma la alternativa Borja Jiménez. Un cartel soñado por todos
fernando carrasco
Llegó el momento. Día 5 de abril de 2015. Domingo de Resurrección. O lo que es lo mismo: regresan los toros, la Fiesta Nacional a la plaza de toros de Sevilla. El coso del Baratillo se viste de lujo y oro en una fecha emblemática ... en la temporada merced al festejo que se programa cada año precisamente en la Maestranza. Y es que ha sido éste y no otros el que le ha dado lustre a este día. Por eso, el Domingo de Resurrección es especial en Sevilla. Y mucho más este año, donde la empresa Pagés ha conformado un cartel de auténtico lujo, de los que ilusionan al aficionado.
Regresa, aunque sea sólo por un día y para despedirse de la afición, Juan Antonio Ruiz «Espartaco», una de las grandes figuras de las décadas de los 80 y 90 del pasado siglo. Una leyenda del Toreo que va a escribir esta tarde, pase lo pase, como él mismo señala en otras páginas de esta sección, una de las páginas gloriosas de esta plaza de toros, que le ha visto salir en volandas por la Puerta del Príncipe hasta en cinco ocasiones, igualando a otro mito del toreo: Curro Romero.
Pero si Espartaco refuerza, y de qué manera, el cartel del Domingo de Resurrección, no lo es menos otro de los toreros predilectos de esta afición: José María Manzanares.
Tras su ausencia el pasado año al estar «embarcado» en ese G-5 que ahora ha pasado a ser G-4, el alicantino se reencuentra con su afición. Porque Sevilla lo acogió desde el principio de su carrera y, como ocurriese con su padre, el recordado José María Manzanares, otro figurón del toreo.
Esta vuelta conlleva muchos aspectos. El primero de ellos, como escribimos, ese distanciamiento de las posiciones que mantienen cuatro diestros que no estarán en Sevilla. Y en segundo, el ánimo de Josemari por reconciliarse con la afición que considera parte de su vida profesional.
Ambos, Espartaco y Manzanares, apadrina esta tarde a un joven que inicia una andadura prometedora: Borja Jiménez. El novillero de Espartinas, criado taurinamente en la Casa de los Espartaco, toma al alternativa en uno de los carteles soñados por cualquier chaval que aspira a ser torero. La responsabilidad es grande pero también es verdad que Borja la ha vivido ya, concretamente el pasado año saliendo por la Puerta del Príncipe.
El festejo dará comienzo a partir de las seis y media de la tarde
Y completando el círculo de este Domingo de Resurrección, los toros de Juan Pedro Domecq. Sobre el papel, garantía para el triunfo de la terna.
Todo está preparado ya. La plaza, remozada como cada año, presta y dispuesta para abrir sus puertas y que la gloria de la Fiesta Nacional vuelva a resurgir y los aficionados acudan al coso del Baratillo con las ilusiones renovadas.
Queda mucha temporada por delante pero, a qué dudarlo, el del Domingo de Resurrección es el festejo por excelencia. En todo el orbe taurino y máxime en Sevilla, que se viste de lujo y oro y que a partir de las seis y media de tarde volverá a renovar su amor por los toros. Que Dios, un año más, reparta suerte. Y triunfos.
Sevilla se viste de lujo y oro el Domingo de Resurrección
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