Santiago Domecq: «Si no indulta a Escondido, no sale vivo de ahí el presidente»

Todo el que estuvo en el coso de Játiva asegura que era de vacas. ¡Con lo difícil que es conseguir esa unanimidad entre los aficionados! «Si el presidente no lo indulta, no sale de ahí vivo», dice riéndose Santiago Domecq a ABC, orgulloso por la tarde que brindó este domingo a la afición valenciana. «El toro, a mi modo de ver, fue muy bravo, un derroche de emoción que se quería comer la muleta y tuvo mucha transmisión», explica Domecq, que vio la corrida en el tendido junto a su padre, y pudo disfrutar de la emoción que tuvo aquello «desde el minuto uno, porque tenía una importancia y una profundidad que la gente captó inmediatamente, sin perder detalle de todo lo que pasaba en el ruedo. Esa fue la gran virtud del toro».

Estuvo de sobrero en Sevilla, porque era un poquito más fuerte de cuerpo que sus hermanos, entre los que se encontraba Tabarro, aquel gran toro al que se pidió el indulto, y que fue premiado por todos los jurados. «Esa tarde seguramente ha sido la más especial de toda nuestra carrera». Al final se le dio la vuelta y le sacaron pajuelas. Como también se le sacaron al quinto de la corrida de Madrid, aquel Tejonero para el que toda la plaza pidió el pañuelo azul. Los aficionados fueron a esa corrida con las expectativas muy altas y se acabó el papel. Tuvieron problemas en el reconocimiento, echando varios toros para atrás y aprobando sólo cinco, «pero conseguimos por lo menos sacar dos toros importantes que pusieron cara la tarde». Después vino Saint Sever, «y tras esas tres tardes, ayer conseguimos que la gente saliera de la plaza muy contenta, también gracias a Román, que estuvo enorme con Escondido, entendiéndose a la perfección».

Por delante queda un toro para la encerrona de David de Miranda, en agosto Dax y Beziers, «aunque a lo mejor va otro toro a Tarifa, a otra encerrona», y cerrarán la temporada en Aranjuez con la corrida que iba a ir a Ronda, antes de suspenderse.

Pese a todos estos éxitos, que ya vienen de años anteriores en las mencionadas Sevilla, Madrid o plazas como Bilbao, no se dan ningún bombo. Lejos de eso, siguen con los pies en el suelo, y trabajando para seguir triunfando: «Aquí tenemos que revalidar el sitio cada tarde. Las cosas no están siendo fáciles para entrar en ciertos carteles, y cada tarde nos lo tenemos que ganar. Ese es nuestro objetivo». La ganadería todavía es joven, y buscan debutar en muchas plazas, aunque parte de la dificultad de lidiar viene porque «ahora mismo la realidad es que no tenemos una gran cantidad de toros. El año que viene tenemos muy pocos, por ejemplo». Pero la meta es poder competir en la liga en la que todos quieren estar, que se han ganado, y tienen clara la solución: «Seguir exigiéndonos, intentando la perfección, pero sin dejar de lado todo lo que hemos logrado», y buscando ese equilibrio entre los gustos del público y de los toreros: «En eso estamos, porque es lo que siempre hemos buscado, y creemos que poco a poco vamos logrando».