San Isidro en directo: Morante, El Juli y Rufo, con toros de Alcurrucén

La expectación se quedó a medias 
 

Un toro cinqueño de Alcurrucén cierra la tarde. Pianista, negro de 551 kilos, mansea en varas y no se emplea ante los capotes. Buen par de Fernando Sánchez que deja abierta la esperanza a lo que pueda hacer Tomás Rufo con la muleta. Se dobla de inicio y se lleva al toro al abrigo del viento. Lo pasa con suavidad por el derecho llevándolo muy toreado. Labor templada que fue a menos pese a la insistencia del diestro. Estocada desprendida para poner fin a una tarde que pese a momentos de interés por parte de los tres toreros, ha respondido a la máxima taurina de “corrida de expectación, corrida de decepción”.

Los toros de Alcurrucén en su desigualdad contribuyeron a que el festejo no remontara el vuelo de forma contundente. Uno encastado, el tercero, cuarto y quinto con buenas embestidas, pero sin fuelle.

El Juli emborrona con la espada
 

El quinto, Atrevido, con sus 549 kilos, no ofreció nada destacable desde que salió de chiqueros. No tenía maldad, pero andaba justo de empuje. Se esforzó El Juli, y puso la sal que le faltaba al de Alcurrucén. Destacaron los naturales largos en una faena que fue a más. Se vislumbraba algún trofeo… Los pinchazos le aguaron la fiesta y lo emborronaron todo. Hasta sonó un aviso.

Morante apunta sutileza y toreo caro
 

El cuarto es Gaitero, con 543 kilos, no le permite a Morante estirarse con el capote. El viento tiene la culpa. Sin embargo, El Juli hace uso de su turno en quites y cuaja por chicuelinas. Réplica el sevillano y enloquece a la Veronica con dos medidas de remate.
Hay ganas de que Morante se suelte y el toro toma los engaños con cierto orden. El comienzo de faena por estatuarios anima. Y el toreo con la mano derecha enardece. Una serie templadisima a un toro que embiste con calidad, aunque muy justo de fuelle. Lo siguiente ya no es tan conjuntadlo. Al natural, algunos soberbios y el abrochado de pecho. Sutileza en la vuelta a derechas, pero el de Alcurrucén no da más de sí. Pinchazo y buena estocada.

Tomás Rufo, desigual ante un toro exigente
 

Pocaprisas, un colorado de 540 kilos, permite a Tomás Rufo lucirse con el capote toreando con buen son a la verónica. Empuja en el caballo en el primer puyazo y sale suelto en el otro. Brinda al público Tomás Rufo y en los medios, sin probar hilvana una primera serie por el pitón derecho. El toro embiste pronto, encastado, pide mando. El viento estropea la escena hasta que Rufo, con mano baja, lo mete en la muleta, aunque de forma desigual. Con la zurda, naturales en intermitencias ante un toro exigente.
Aviso antes de entrar a matar. Pinchazo, estocada baja. Todo queda en nada para el torero, que el toro recibe una ovación.

El Juli, rotundo a derechas 
 

Salta el segundo, Castañuelo, con 544 kilos, un cinqueño negro, que, al contrario que el primero, hace albergar ilusiones por su comportamiento en varas y banderillas. El Juli se lo saca a los medios y se gusta en una primera serie con la mano derecha. Lo lleva más largo y obligado en la siguiente, que remata con un cambio de mano y una pase de pecho. Por el pitón izquierdo le cuesta más. Muy encajado a derechas, en una tanda de mano baja y rotunda. No había más que hacer, salvo matarlo mejor que lo hizo. Pinchazo hondo y descabello. Ovación que saluda desde el tercio.

Lo que no puede ser, no puede ser…
 

No hace cosas muy halagüeñas en los primeros tercios Rompeolas, un colorado ojo de perdiz que desencadena las primeras decepciones. Morante, sin estrenarse con el capote, toma la muleta para probar por uno y otro pitón, pero hay poco que hacer. El de Alcurrucén se desentiende de los engaños y el lucimiento es imposible. No queda más que montar la espada y pasar página. Media baja y pitos de desilusión.

Clarines y timbales, los toreros en la arena

El presidente saca el pañuelo blanco que ordena el comienzo del espectáculo. La terna pisa la arena, ya no hay vuela atrás. Morante, de azul cielo y oro; El Juli, de verde botella y oro; y Tomás Rufo, de plomo y oro.

Sopla un preocupante viento racheado.

Morante, El Juli y Tomás Rufo, ya en Las Ventas

Los protagonistas de la tarde de hoy ya están en Las Ventas, a donde han llegado entre la admiración de los aficionados que se agolpaban para saludar a sus ídolos. Morante y El Juli se han recluido en la sala de toreros, que no abandonarán hasta el momento del paseíllo, mientras Tomás Rufo se encuentra en el patio de cuadrillas templando los nervios.

Run-run de gran acontecimiento

Lls tendidos de Las Ventas ya han comenzado a llenarse ante una de las corridas que ha despertado mayor expectación en el ciclo isidril. Se siente el run-run que precede a los grandes acontecimientos. Hasta la reventa está haciendo su agosto porque en taquillas se ha puesto el cartel de “No hay billetes”.

Los tres toreros hacen su segundo paseíllo en Las Ventas. Y los tres velan armas en la búsqueda de un éxito incontestable en la primera plaza del mundo. Morante, El Juli y el joven Tomás Rufo con el aval de tardes de triunfo en la reciente Feria de Abril, y con toda la ilusión colectiva puesta en sus figuras.

La corrida de Alcurrucén, la suerte está echada 

Ya se ha sorteado la corrida de Alcurrucén y están los seis toros enchiquerados esperando a las siete en punto de la tarde.

El orden de lidia es el siguiente:

Abre plaza Rompeolas, un colorado ojo de perdiz de 550 kilos, reservado para Morante de la Puebla.

El segundo es Castañuelo, de 544 kilos, que será lidiado por El Juli.

En tercer lugar saltará al ruedo Pocaprisas, otro colorado ojo de perdiz de 540 kilos, para el toledano Tomás Rufo.

El segundo del lote de Morante es Gaitero, un negro listón de 543 kilos de peso.

En quinto lugar, otro negro listón, Atrevido, de 549 kilos.

Cerrará tarde Pianista, un negro bragado y meano de 551 kilos, para Tomás Rufo.

Los dos sobreros en tarde de tanta expectación son de las ganaderías de Garcigrande y Conde de Mayalde.