San Isidro en directo: Castella, Manzanares y Aguado, con toros de Jandilla

Sebastián Castella suma su quinta Puerta Grande en Madrid

Salida triunfal de Sebastián Castella en su vuelta a la plaza de Las Ventas tras las temporadas en las que ha estado retirado de los ruedos. Rotundo el francés en una faena de alta intensidad ante un gran toro de Jandilla, Es la quinta Puerta Grande que Castella suma a su hija de servicios en el ruedo de la capital de España.

Voluntad de Aguado ante el sexto.

Iralimpio, con el hierro de Vegahermosa, cierra la tarde. Derriba al picador en el primer puyazo mientras se desata un auténtico vendaval que hace flamear los engaños. No anda sobrado de fortaleza el astado. Busca Pablo Aguado los terrenos más protegidos del aire y le planta cara, aunque el toro embiste a la defensiva. Intenta su toreo despacioso y cuaja muletazos de calidad en un trasteo que no remonta. Mal con los aceros. Silencio en el adiós, aviso incluido.

Faena sin brillo de Manzanares al parado quito
 

El quinto, Relojero de 530 kilos, permite a Manzanares torear bien con el capote. Lo miden en el caballo y llega a la muleta de Manzanares muy parado. Le cuesta arrancarse y se esfuerza el diestro, aunque la faena no consigue levantar el vuelo. No hay mucho más que hacer, Pinchazo y estocada. Silencio.

Castella conquista Madrid con un gran toro de Jandilla

Salta a la arena Rociero, de 515 kilos, con la esperanza de que no le fallen las fuerzas como a sus hermanos. Lo cuidan en varas y se mantiene en banderillas. Acude pronto y con codicia el de Jandilla al capote de José Chacón, que lidia con brillantez.

Brinda al respetable la faena que comienza por ajustados estatuarios que calan en los tendidos. Mantiene la intensidad en una primera serie por el pitón derecho. Sigue por ese lado, firme la planta y mando. Le molesta el vendaval cuando coge la izquierda y desiste para continuar a derechas con otra tanda rotunda. Sube el tono al natural, con el toro embistiendo a raudales con bravura y Castella cumbre. Manoletinas, un cierre por bajo y una estocada que le abre la Puerta Grande de Madrid.

Pablo Aguado y el público se desesperan ante el inválido tercero
 

El tercero, Secretario, castaño de 535 kilos, Se repite la historia, demuestra muchas bondades, pero a la vez le falla el empuje. Pierde las manos a la salidas del primer puyazo y arrecian las protestas. Lo mantiene en el ruedo el presidente ente gritos de “!Fuera del palco!”. El toro acusa la flojedad. Lo pasa Pablo Aguado con suavidad, pero sin continuidad y en un ambiente de fuerte crispación de los tendidos. Decepción y desesperación, a repartir. Media estocada para terminar.

Manzanares emborrona con la espada
 

También protestan al segundo, Lodazal de 525 kilos, porque evidencia poca fuerza ya de salida. Con todo, demuestra ante los capotes buena condición en sus embestidas. Manzanares basa su faena por el pitón más potable, el derecho. Buenos los muletazos, en un conjunto desigual con el toro besando la arena en cuanto se le obligaba. Lástima la flojedad, pues embiste con pronta entrega. Emborrona todo con un bajonazo. Ovación con protestas.

Castella se justifica con el deslucido primero
 

Abre plaza Histérico, negro de 530 kilos, que se desentiende de capote y toma dos varas sin emplearse. Castella comienza la faena de muleta doblándose y ya por el pitón derecho sufre las primeras rachas de viento. El toro además no anda sobrado de fuerzas por lo que todo transcurre en un tono gris y entre las protestas del público, cada vez más sonoras. El francés se justifica e insiste con pulcritud. Estocada baja. Silencio.

¡Que Dios reparta suerte!

Ya se han liado en sus capotes de paseo Sebastián Castella, de blanco y plata, en la tarde de su vuelta a Madrid; José María Manzanares, de azul marino y oro; y Pablo Aguado, de rioja y oro. Los tres han saboreado la aprobación de la afición madrileña. Esperan los toros de Jandilla y Vegahermosa.
Pañuelo blanco. Comienza el paseíllo, y la frase repetida en el patio de cuadrillas: ¡Que Dios reparta suerte!

Castella, Manzanares y Aguado, ya están en la plaza

La terna ya está en Las Ventas. Cada uno vive de una forma personal los últimos minutos. Recogimiento, soledad o entrega a los aficionados en selfies y autógrafos. Todo es válido para soltar los nervios ante el compromiso de torear en la primera plaza del mundo.

El viento, de nuevo invitado no deseado

Ante el noveno festejo de San Isidro, con la expectación por las nubes y con una lleno hasta la bandera, toreros y aficionados confían en que el viento, que ha perjudicado tanto en los días anteriores, sople, al menos con menos fuerza. Ahora en Madrid hay 21 grados de temperatura con ráfagas de viento del norte de hasta 30 kilómetros por hora, lo que preocupa a los que vestidos de luces ya van camino de Las Ventas.

Todo listo para un nuevo “No hay billetes”

La tarde de hoy, con Sebastian Castella, José María Manzanares y Pablo Aguado ha disparado la expectación hasta colocarse el ansiado cartel de “No hay billetes”. En los chiqueros, tras el sorteo, ya esperan los cinco toros de Jandilla y el de Vegahermosa, del mismo origen y propietario, que se lidiará en último lugar.

El orden de lidia es el siguiente:

Primero, Histérico, de 530 kilos, para Sebastián Castella.

En segundo lugar saldrá Lodazal, un toro negro de 525 kilos, que le corresponde a Manzanares.

El tercero es Secretario, un castaño de 535 kilos, para Pablo Aguado.

Cuarto, Rociero, negro de 520 kilos, para Castella.

El quinto es Relojero, un toro negro listón de 530, que completa el lote de Manzanares.

Y cerrará la tarde, Iralimpio, negro de 550 kilos, para Aguado.

Los sobreros son dos cinqueños de la ganadería de Juan Pedro Domecq.