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ABC Cultural

FEria de Santander

Un paseo por aquellos maravillosos años de El Cid y Victorino: ¡ojalá en Madrid!

El torero de Salteras, a sus 51 tacos, revienta la feria con la máxima lección de toreo con el excelente Vengativo y se gana la sustitución de este sábado (baja de Cayetano) en la apuesta fallida de Roca, que se anotó cuatro avisos

Hasta Morante se enfadó por aquel desencanto

La izquierda de El Cid y la brava embestida de Vengativo pusieron la plaza en pie Serrano ARce
Rosario Pérez

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Viajamos a otra década, a otro tiempo. Volvimos a las esencias del toreo clásico con un toro bravo. Como si nuestras retinas rebobinaran hacia la mágica época de El Cid y Victorino, de Victorino y El Cid. Retumbó a las ocho y cuarto la frase ... inmortal del viejo Martín Andrés: «Que me perdonen los demás, pero como El Cid, ninguno». Y recordamos entonces al abuelo, a los que no están y a los que recorrieron miles de kilómetros para ver el tándem de aquellos maravillosos años, potenciados ahora por Martín García, de premio en premio. Y de nuevo en un cruce de (4)Caminos con El Cid: antológica su faena al excelso cuarto. Con su mano dorada se plantó en los medios. Los vuelos echados a izquierdas, el corazón ofrecido y Vengativo, que era lo opuesto a su bautismo, embistiendo con tan brava y profunda nobleza.

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