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Pablo Aguado: «Poder torear un toro con el capote en Madrid, y poder escuchar a la gente así es muy gratificante»
Diego Urdiales, Pablo Aguado y Francisco de Manuel analizan la decimosexta de la feria de San Isidro
San Isidro en directo: Diego Urdiales, Pablo Aguado y Francisco de Manuel, con toros del Pilar
Alicia P. Velarde
Madrid
Jornada de reflexión en el panorama político nacional, mientras que Las Ventas se celebraba la decimosexta corrida de esta feria. Diego Urdiales, Pablo Aguado y Francisco de Manuel trenzaban el paseíllo ante un cielo nublado, para estoquear una corrida del Pilar.
Tras ... pasaportar al primero de la tarde, Urdiales explicó que «lo he podido torear a gusto con el capote y despacio. Pero ahí, en los quites, creo que ha sido cuando hemos acabado con el toro. Por el izquierdo se venía muy por dentro siempre, y es algo que con ese volumen es imposible de corregir. En la muleta le faltaba un poquito de querer tirar 'palante. Tenía buena intención, pero también con ese volumen es muy difícil moverlo». «Éste sí tenía el embroque bueno y la intención, pero no ha durado nada», se lamentó el riojano en los micrófonos de Mundotoro TV al finalizar el cuarto acto de la tarde. «Yo tenía fe de que el toro fuera a regalarme embestidas buenas, pero que se iba a rajar tan pronto no lo pensé». No obstante, Urdiales volverá a este coso el próximo 1 de junio, con la corrida de Alcurrucén.
Volvía Aguado a este San Isidro. En su primera tarde poco pudo hacer con un lote de Jandilla imposible. Hoy la cara del sevillano era otra tras matar al segundo de la tarde: «El toro tenía mucho ritmo, mucho temple, sobre todo por el pitón derecho. Me ha dejado pegarle algún lance a gusto. También el aire hoy permite torear un poco con el capote. Cuando se hace despacio estalla la plaza, y estalla también uno mismo por dentro, y es lo que más le llena a un torero. En la muleta le ha faltado un poquito de poder para romper para 'alante, y le tenía que dar continuamente hueco, porque si no se quedaba en la vuelta, un era poquito torpón. Pero ha tenido una condición noble, obediente y con ritmo». El quinto ya fue otra cosa: «Imposible. El toro era obediente por el lado izquierdo. Si hubiera tenido poder, hubiera tenido veinte pases para pegárselos a gusto, pero era imposible. Una pena. Con el capote de hoy me voy contento, porque hay triunfos que no son numéricos, son más sentimentales para uno, que lo busca uno como torero, y lógicamente poder torear un toro con el capote en Madrid y poder escuchar a la gente así es muy gratificante. Intentaremos hacerlo más», terminó diciendo con una sonrisa de satisfacción.
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También hacía su segundo paseíllo Francisco de Manuel. El tercero tris de la tarde le pegó una fuerte voltereta, tras lo que se repuso y le plantó cara: «Estoy bien, gracias a Dios. El toro me ha dado muy pocas opciones y lo único que quedaba era entregarse, echarle raza, y sobreponerse a las dificultades. La verdad es que después del volteletón me ha dejado unos momentos sin respiración, pero afortunadamente me encuentro bien. Lo que más me duele ha sido no dar esa vuelta al ruedo con la oreja». Otro golpe se llevó en el sexto, esta vez al entrar a matar, por lo que pasó a la enfermería con la mano muy inflamada: «Estoy bien, pero me duele la mano, me duele tela. No me he dejado nada en el hotel. En Madrid hay que venir con actitud, por lo civil o por lo criminal, y hoy ha tocado por lo criminal. Estoy contento con la entrega que he tenido».
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También fue entrevistado el ganadero, Moisés Fraile, que analizó así su corrida: «Los dos primeros son los dos únicos toros que han valido. Los demás, el cuarto, el quinto y el sexto, la verdad es que no me han gustado nada en absoluto. Y buen aire tenía el que echaron para atrás, que todavía no sé por qué lo echaron. En fin… Deberían haberlo aguantado un poquito más, porque tenía buen aire. Pero la verdad es que la corrida no ha sido la que a ninguno nos gusta que salga. La peor corrida que he echado en Madrid. El año pasado lidiamos dos (San Isidro y la Feria de Otoño), y las dos fueran buenas. Este año ha sido la torta al revés, así son los toros. A seguir trabajando, tratar de solucionar los problemas, y a ver qué es lo que ha pasado».
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