Del dulce temple de Pastelero al nuevo milagro en Las Ventas
el var del tendido
Prendido en el inicio de faena por el muslo, Ángel Sánchez sufrió otro horrible percance tras entrar a matar
Madrid
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEchaba las manos por delante Sevillano, blandito desde la salida. Le vino bien para recuperarse el paréntesis de la ceremonia. Y en la primera tanda sacó una velocidad que desbordó al confirmante, algo atropellado pero deseoso siempre. «Si ha tardado diez años en venir, es ... por algo...», advirtió Vicente, en su abono de balconcillo. Se quedaba a mitad de muletazo el toro de Adolfo. Que no echase mano a Adrián de Torres fue por lo noblón que era. «Si llega a tener maldad, lo hubiera cogido diez veces», dijeron en la fila 8. Y no le faltaba razón: una hermanita de la caridad era.
Para ponerte a dieta Verduras, bautismo del segundo. Qué leños lucía, con un imponente trapío dentro de sus 505 kilos. Se ganó los plácemes Román por su forma de lidiarlo de salida. «Este es joven pero experimentado ya», se oyó. De toma y daca la faena, que Verduras no regalaba nada. Ya lo avisaron de salida en el 2: de hacerte perder kilos. Pese a ser algo tardo, cuando embestía, humillaba con transmisión. «Cómo ha tragado el valenciano». Muy dispuesto anduvo. En la barrera del 1 se quedaron con el pañuelo en la mano: el acero le privó de un premio mayor a los saludos.
Por la cara se tapaba el vareado tercero, que barbeó las tablas con ganas de practicar un salto olímpico. Tibias protestas tuvo, que se transformaron en aplausos en el quite por gaoneras de Torres. «Qué suave». Continuaron las palmas en la réplica de Ángel Sánchez. Y subieron aún más en banderillas, con un soberbio tercio de Curro Javier y Prestel. Y de la alegría al «ay» cuando Molina perdió pie. Milagrosamente, Tomatillo no hizo por él. Lloraba de emoción la niña de la fila 6 del 1 en el brindis. Porque, entre pitos y flautas, no dejaban de pasar cosas. Una voz del 7 lanzó un recado al ganadero: «Hay que echar de comer a los toros, hay que echarlos de comer». Se comentaba en el tendido si aquella estrechez se habría acusado más en el Batán, donde los adolfos habían sido expuestos en la apertura de la Venta madrileña. «Prometía esto y se ha desinflado en la faena», resumieron en el tendido bajo.
Justo el poder del cuarto, con un embroque en el que metía divinamente el hocico. «Oye, pues está bien el de Linares en este toro», comentaron. Y Pastelero, que ya lo había apuntado en la lidia -con dos pares excelentes de Iván García-, derrochó mucha clase en la muleta. A la mexicana. ¡Qué temple! Lo supo esperar por momentos Adrián, al que jalearon una barbaridad en el sol. Con mucha suavidad echó los vuelos, buscando la colocación cabal. Y eso en Madrid es un plus. En pie se puso parte del 7 con el final diestro sin espada. La que falló para cortar una oreja cantada. Tras pinchar y pinchar, cogió el descabello a la desesperada entre el enfado del personal. Brotó la división de opiniones tras quedarse en el filo de los tres avisos.
Candidato total al pañuelo verde era el quinto, pero el presidente no querría perderse el partido del Madrid y lo mantuvo. Nada más tomar la muleta Román, se desmoronó. «¡Fuera del palco!», gritaron. El mosqueo creció con la horrible estocada enhebrada.
A estas alturas, el debate crecía en el tendido 2. Con la tan española división de opiniones: desde los que se quejaban de la falta de casta de la corrida -«¿dónde está la fiereza de los adolfos de antes?»- a los que ensalzaban la nobleza del conjunto ganadero. «Menuda tarde se les ha escapado a estos tres», sentenciaron en el asiento 1 de la fila 5. «Cuando hay toros, no hay toreros; cuando hay toreros, no hay toros», agregó un viejo aficionado. ¿En qué quedamos? ¿Toros o toreros? Y la división se agigantaba más.
MÁS INFORMACIÓN
Faltaba Aviador, de famosa reata. Traserísimo lo picaron antes de que se desmonterara Molina. Voló por los aires Ángel Sánchez cuando se quedó descubierto; el toro, que ya lo había avisado, lo prendió y lo subió tres metros. Volvió a la cara de Aviador el torero, mientras el adolfo, que sabía latín, lo buscaba. Más dificultades que toda la corrida tuvo este sexto, que lo cogió con tremenda violencia tras entrar a matar y perder pie. Horrible momento. Desmadejado, se lo llevaron a la enfermería, desde donde llegaron noticias alentadoras. 'Solo' tenía una herida en el muslo izquierdo y otra incisa en la región frontal. Un nuevo milagro en Alcalá 237.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete