El ilusionantísimo repaso de Tomás Bastos, el tapado en la matinal de Olivenza
Impresiona con su progresión y su concepto, corta cuatro orejas y abre la puerta grande en el debut de Olga Casado, que brindó a Miguel Abellán y logró un trofeo como Marco Pérez
Estrella, la torera que oposita a Hacienda

Se canceló el cartel más esperado, el de la reaparición de Morante de la Puebla. Tal y como se dibujaba el mapa del tiempo, no había grandes confianzas en que la novillada se celebrase, pero las gentes permanecieron en Olivenza para saborear la tierra ... extremeña, que está «que se sale» -expresión de los hombres del campo- con estas lluvias. Y quien estuvo para salirse fue Tomás Bastos, el tapado, que se ganó cuatro orejas y robó los titulares a Marco Pérez, la estrella del escalafón novilleril, y Olga Casado, la sorpresa madrileña, que debutaba con picadores. Un trofeo por coleta se llevaron estos dos últimos.
No solo fue cosa de premios, sino de toreo. Y el que ilusionó de verdad fue el de Vila Franca de Xira, apoderado por Cristina Sánchez y forjado bajo las riendas de Luis Reina en la escuela de Badajoz. Si ya gustó el pasado año en este mismo escenario, mucho más ilusionó este domingo de nubes, sol y agua.

A las seis de la mañana los operarios retiraron la lona y acondicionaron el ruedo durante horas mientras llegaban los primeros rayos de sol. «Habrá toros», se decía. Y a las once y media arrancó el paseíllo en la arena oliventina. Se quitaba los abrigos el personal, pero ya en el primer saludo capotero comenzó a arreciar el agua, por lo que chubasqueros y paraguas se desplegaron. Para colmo, el novillo inaugural no acompañó lo más mínimo. De Fuente Ymbro era, como el otro de Marco Pérez, pues era el debut con picadores de Olga Casado y cada novillero venía con sus novillos bajo el brazo...
A la defensiva y con guasita el primero, al que Marco le buscó las vueltas con técnica y que no le perdonó una voltereta.
Dijeron mucho las verónicas de Tomás Bastos al cariavacado segundo, esa forma de echarle los vuelos, esa despaciosidad, ese sello de lo diferente. Y ojo a cómo metió la cara el ejemplar de Talavante, de fábula en un lance. Tras la banderillas, el de Vila Franca de Xira cuajó una obra ilusionantísima. Qué manera de templar y acompañar. De torear. Y qué bueno fue Galonito. Para disfrutar. Como lo hizo el portugués. Particularmente, después del gourmet, hubiese preferido un cierre distinto a las manoletinas. Ni que la espada se desprendiera impidió el doble trofeo que le abría la puerta grande: Bastos tiene ese 'algo' que incita al deseo de verle de nuevo.
De blanco y plata, el color de Miguel Abellán, vestía Olga Casado. Y a su vera, pendiente de toda la lidia, estaba el exgerente del Centro Taurino de la Comunidad de Madrid. Para Abellán fue el brindis, coronado con un abrazo. La sorpresa madrileña, que se había ceñido en un quite por gaoneras, principió de rodillas. A por todas y toreando. El castaño parecía el más fuerte de la primera parte, aunque también el más gachito. Asperote de salida, no recibió el mejor puyazo y se pegó un volatín. Deslucido, no fue fácil cogerle el ritmo para un debut, aunque ahí quedó su valor y ese querer hacerlo despacio. Lo mejor: el prólogo de hinojos y las luquecinas penúltimas, pues luego se marcaría un cierre de zurdazos a pies juntos. No la acompañó este domingo la espada (pinchó a la primera y asomó a la segunda) y tuvo que descabellar. Saludó una cariñosa ovación.
Feria del Toro de Olivenza
- Plaza de toros de Olivenza. Domingo, 9 de marzo de 2024. Novillada matinal. Casi tres cuartos de entrada. Novillos de Fuente Ymbro (1º y 4º), Talavante (2º y 5º) y La Purísima (3º y 6º), el mejor fue el 2º.
- Marco Pérez, de verde manzana y oro: estocada que hace guardia y estocada (palmas); pinchazo y estocada (oreja) .
- Tomás Bastos, de rosa y oro: estocada caída (dos orejas); estocada (dos orejas).
- Olga Casado, de blanco y plata: pinchazo, estocada enhebrada y seis descabellos (saludos tras aviso); pinchazo y estocada (oreja tras dos avisos).
Subió un punto el cuarto, al que recibió de hinojos Marco, que no se quería dejar ganar la pelea en el escenario oliventino. Imposible ajustarse más en las chicuelinas, pero tantas eran sus ansias que se atacó demasiado con un fuenteymbro con su racita que no se lo puso fácil. Mucha casta le puso el salmantino, que logró los momentos más emocionantes cuando le bajó la mano en rotundos muletazos, llevándolo muy tapado. Sobrado de oficio anda Marco, que debe de encontrar el equilibrio entre capacidad y revoluciones para no caer en el mecanicismo. Se la jugó y más de un susto se llevó.
Había un runrún a la salida del quinto, que se frenó en la portagayola de Bastos y tuvo que echar cuerpo a tierra. Después mecería el capote a la verónica. Mucho mérito tuvo el último par, con el animal como un obús. Se hincó de rodillas en el pase cambiado, pero Contento no era como Galonito. Más esaborío y dificultoso, parecía más de técnica que estética. A más fue la faena, con el torero crecidísimo, creyéndoselo, cada vez más abandonado, con algunos muletazos de cartel. Se la jugó de verdad en las bernadinas y mató de una fulminante estocada. Dos orejas bajo la lluvia y repaso del tapado a sus compañeros.
Seguía el 'calabobos' en el sexto. Echó Olga el más chico por detrás, que le pegó una zancadilla en las tafalleras. Por suerte, el de la Purísima no hizo por ella. Le puso majestad en los estatuarios y se creció por abajo en los finales de la faena, con algún muletazo extraordinario. Tanto se alargó que oyó un aviso antes de entrar a matar. Paseó una oreja. Como Marco. A Bastos se lo llevaron a hombros después de su pleno de cuatro y de dejar el toreo de más sabor. Bien valió el fin de semana por ver al portugués en su reconquista oliventina.
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