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ABC Cultural

Morante y Roca Rey, tambores de guerra antes de la triple puerta grande en El Puerto

El Genio recrimina al Cóndor un quite en una tarde de vergüenza torera y pique con una buena corrida de Cuvillo, en la que se sumó a la foto a hombros Daniel Crespo

Según contaban, José Antonio dijo a Andrés que no sabía cómo se harían las cosas en su país y el limeño le invitó a fumarse un puro y hablar tras su turno

El morbo por el acontecimiento del verano

Triple salida a hombros Emilio Méndez
Rosario Pérez

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Sonaban tambores de guerra en las callejuelas empedradas, como si la tierra misma anticipara el pique. Retumbaban las voces de los partidarios de uno y otro en un territorio esencialmente morantista. El 9 de agosto estaba marcado en verde gaditano como el acontecimiento del verano: ... José Antonio Morante Camacho y Andrés Roca Rey, cara a cara en la Plaza Real, el escenario donde reverberaba el eco de Joselito: «Quien no ha visto una tarde toros en El Puerto no sabe lo que es un día de toros». Pues el día y la hora llegaron a las ocho y tres minutos cuando se abrió el portón de cuadrillas mientras la marabunta se colocaba en sus localidades. En cuarenta y ocho horas habían desvanecido las doce mil entradas. Doce, como las doce campanadas de un reloj que marca el fin de una era y el inicio de otra, serán los paseíllos que compartan las dos grandes figuras de la temporada. Pero ninguno había desatado la fiebre de este enfrentamiento tras el rumor de un veto negado por el peruano, pero que sirvió para alimentar la hoguera de las vanidades y la rivalidad, esa rivalidad que tantas pasiones despierta y que, a veces, roza el fanatismo.

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