Isaac Fonseca, el héroe torero que mató tres toros con una cornada de 18 centímetros
Ganador de la Copa Chenel después de meterse entre pecho y espalda seis toros por el percance de Juan del Álamo, cuenta a ABC sus primeras impresiones
Isaac Fonseca, gesta con valor a prueba de seis toros
Isaac Fonseca, durante a final en Colmenar, con la oreja del quinto
Con una cornada de dieciocho centímetros ganó la Copa Chenel el torero Isaac Fonseca, que tuvo que torear la corrida en solitario por la cogida en el primero de Juan del Álamo. Pero no sólo caería herido el salmantino, el joven mexicano sufrió ... en el tercer toro una cornada en «la cara interna del tercio inferior del muslo derecho de dieciocho centímetros, que desgarra el recto anterior y crural y llega a la cara anterior del fémur».
Durísima arrancó la final en Colmenar, con la conmoción en el tendido y en el ruedo. La caída de Álamo había sido muy fea y el parte confirmaba la gravedad: «Cornada en la cara interna del tercio superior del muslo izquierdo con dos trayectorias, una transversal hacia fuera de 25 centímetros que desgarra músculos de la zona por debajo del paquete vasculonervioso femoral y otra hacia abajo de 15 centímetros».
Sucedió en el primer toro del mano a mano, en el que Fonseca se quedó solo. Con apenas diez meses de alternativa –se doctoró en agosto de 2022 en Dax (Francia)–, tuvo que echarse la tarde a cuestas y meterse entre pecho y espalda seis astados de cuatro divisas: Zacarías Moreno, Ángel Luis Peña, Sanz de la Morena y Palha. Y no hizo ningún gesto a la galería, pese a las heridas en la cara sufridas en el primero y la cornada en la pierna en el tercero.
«Ganar esta Copa es un logro a nivel personal, y también obviamente profesional, y es una buena oportunidad para dar todo y cumplir mis objetivos con los aficionados de Madrid», declaraba antes del paseíllo en la final. Dicho y hecho: todo dio.
Después de alzarse vencedor, habló para ABC desde el hospital Fremap de Majadahonda. Aún tenía la voz de cansancio por la dura paliza, pero también de felicidad por la gesta lograda y por ver que su titánico esfuerzo había tenido recompensa.
-¿Cómo se encuentra?
-Ahora mismo me encuentro bien, contento y orgulloso de mí, y sobre todo, repasándome la película del domingo.
-¿Cómo vivió la tarde?
-Fue una tarde con un cúmulo de emociones impresionantes, porque no me imaginé que pasara la situación de quedarme con los seis toros. Pero una vez que lo asumí, no había otra cosa en mi mente que la entrega y la disposición. Y ahora mismo me encuentro contento de la tarde entera de ayer, porque no hubo un momento en que el aficionado no estuviera pendiente de lo que pasaba en el ruedo.
-¿Cómo se afronta el quedarse solo con seis toros de repente, con menos de un año de alternativa?
-Yo también me lo pregunto (risas). Yo creo que es el querer, las ganas, el estar centrado en lo que tú quieres y, sobre todo, dispuesto a hacer cosas grandes para conseguir objetivos grandes.
-¿Cómo pudo aguantar con la cornada en el tercero hasta terminar la corrida?
-En ese tercer toro, que ya vi que la traía (la cornada), mi sensación era que si podía caminar, tenía que seguir en el ruedo, porque de grandes anécdotas vienen esos grandes héroes. Y a mi cabeza vino que, si aguantaba, esta corrida podría quedarse en el recuerdo de los aficionados.
-¿Le han dado ya algunos plazos de recuperación?
-De momento aquí, en el hospital de Majadahonda, me dicen que estoy en valoración de dos a tres días. También estoy en valoración para que me quiten el drenaje, que me sigan checando el maxilofacial de los golpes que tengo en la cara, y más o menos así es lo próximo. El 1 de julio estoy anunciado en Soria con Adolfo Martín, y claro que estoy pensando en reaparecer. Todavía quedan once días.
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El doctor Crespo, que atendió al mexicano en la enfermería de la plaza, comentó que parecía un milagro que aguantase toda la corrida con la cornada. Fonseca, un héroe torero.