LAS VENTAS
Importante faena sin premio de Sergio Rodríguez a todo un 'tío' de Los Chospes
El abulense pincha una gran labor a un novillo de exagerada presentación; Bruno Aloi da una vuelta al ruedo en su presentación en Madrid, y Mario Navas sufre varias volteretas con un complicado lote
Las Ventas: las buenas maneras de Mario Navas
Rodríguez con el cuarto
El cuarto había despertado esta mañana una gran expectación en los corrales, y no era para menos. «En Sevilla no han visto uno así este año», comentaban los aficionados. Cierto, como también lo es que es una locura y una exageración echar estos animales a ... novilleros poco placeados. En el caso de Sergio Rodríguez, esa falta de contratos se notó con la espada: pinchó (mucho) una importante faena de premio, que brindó a Álvaro Lorenzo. Dio muletazos rematados detrás de la cadera, toreando bien de verdad por ambas manos, destacando al natural y una última tanda por la diestra, y remató todas las tandas con pases de pecho larguísimos. Importante faena -y más teniendo en cuenta el molesto viento- del abulense, que en menos de una semana se convertirá en matador de toros.
Pudo lucirse menos con el primero de Los Chospes, flojo y sin clase. Lo recibió Sergio Rodríguez con templadas verónicas, e intentó quitar Mario Navas por delantales, pero el manso animal no quiso ir. Esperó muchísimo en banderillas, donde Juan Carlos Rey aguantó y clavó dos extraordinarios pares, por lo que fue obligado a saludar. Muy firme estuvo Rodríguez con él, por encima del descompuesto animal, sacándole lo poco que tenía.
Volvía por segundo domingo consecutivo Mario Navas a Madrid. Manolo Vázquez fue cogido en Montoro el sábado pasado, y la empresa decidió repetir al vallisoletano por las buenas maneras que dejó la novillada anterior. Una ovación de salida se llevó el segundo, un veleto que parecía un toro. Manseó los dos primeros tercios, y estuvo toda la faena buscando los chiqueros. Comenzó su labor con la muleta Navas sacándoselo con toreros doblones, pero el molesto viento hizo imposible que se lo pudiera llevar a los medios. En esos terrenos, cerrado, el toro se metía por dentro, e iba sólo buscando los chiqueros. Por encima estuvo el vallisoletano, tragando y aguantando las malas pasadas del aire y de su oponente. Terminó la faena por bajo de una forma muy torera, donde el novillo quería, en toriles.
Todo menos 'fetén' se picó al quinto, que así se llamaba. No es que hubiera ningún puyazo destacable en la tarde, pero el de éste no tuvo nombre. Lo bregó bien Gómez Escorial. Brindó Navas al público, y después se la jugó de verdad. Cuando saludó la ovación que le propinaron los tendidos, parecía que venía de la Guerra de Cuba. La Virgen de la Esperanza le protegió bien, porque Navas -vestido con el verde de las mariquillas de la Macarena- fue feamente volteado hasta en dos ocasiones, levantándole Decidor con violencia, si aparentes consecuencias, más allá de una tremenda paliza. El novillo era un marrajo en toda regla, y estuvo muy firme con él.
Plaza de toros de Las Ventas
- Las Ventas (Madrid). Domingo, 21 de abril de 2024. Entrada: 7772 espectadores. Novillos de Los Chospes, de exagerada presentación y desigual juego.
- Sergio Rodríguez, de grana y oro. Pinchazo y estocada corta arriba (silencio). Cinco pinchazos y estocada (saludos).
- Mario Navas, de verde y oro. Pinchazo y media en buen sitio (palmas). Estocada (saludos).
- Bruno Aloi, de lila y oro. Pinchazo y estocada desprendida (saludos). Estocada (vuelta).
El ensabanado tercero prendió con violencia por la chaquetilla a Bruno Aloi, cuando lo lanceaba a la verónica. Se levantó sin mirarse y, con la casta mejicana, continuó dando verónicas y chicuelinas. Destacaron en banderillas Marcos Prieto y Diego Valladar. Aloi brindó el novillo de su presentación en Madrid a los presentes, y comenzó por un pase cambiado en los medios. El de Los Chospes acudió presto al engaño, al principio, pero ahí se acabó. Pasaba sin decir nada, y estaba muy justito de casta. Tesonero se puso Aloi, intentando buscarle las vueltas al novillo, pero poquito tenía. Saludó una ovación tras pinchazo y estocada entera desprendida. De nuevo mostró buen concepto con el soso y desclasado sexto, al que estuvo cerca de cortarle una oreja. Lo toreó con gusto y despaciosidad por los dos pitones, estando muy por encima de él.