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ABC Cultural

Diego Urdiales eterniza el toreo y resurge por la puerta grande en Bilbao

El riojano, de 50 años, borda la faena de su vida (y de muchas vidas) y desoreja al buen Guapetón de Garcigrande

La salvaje inmensidad de Roca Rey en su tarde más grandiosa

El natural de Diego Urdiales al Guapetón cuarto de Garcigrande Emilio Méndez
Rosario Pérez

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Llegó por la vía de la sustitución un maestro con medio siglo cumplido en mayo y se puso a hacer el toreo. El de toda la vida. En la gran faena de su vida: por el momento, por esa reivindicación cuando lo habían apartado... ... Una faena en la que cabían muchas vidas. Inconmensurable Diego Urdiales, que emocionó a veteranos y jóvenes en el día grande de la feria, con otra entrada extraordinaria en ese Bilbao al que muchos daban por muerto. Bienaventuradas las más de veinte mil pupilas que lo vieron, que lo gozaron, que lloraron, que se emocionaron... ¿Cómo se puede torear así Dios mío? ¿Cómo se pueden echar los vuelos con tanta pureza? ¿Cómo se puede torear tan bárbara y deliciosamente a la vez? «¡Viva la madre que te parió!», gritaban en el tendido. ¡Torero, torero! Y torero cinco décadas más.

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