Fernando Adrián tras la puerta grande: «He intentado no buscar la perfección, sino entregarme y olvidarme de todo»

Castella brindó el primer toro de la tarde al Rey con estas palabras: «Majestad, para mí es un gusto brindarle la faena de este toro, tanto a usted como a toda la Casa Real. Muchísimas gracias por su apoyo». En ese toro, de Daniel Ruiz, sufrió una voltereta con el capote, y se mostraba dolorido al entrar en el callejón, ya que todavía lleva los puntos de la cornada que sufrió su anterior tarde en esta corrida. En los micrófonos de Mundotoro TV dijo que estaba bien. «El toro me ha permitido expresarme, pero el viento ha molestado para poder torear más despacio y más con los vuelos, porque no me dejaba del todo poder tolerar más con la yema de los dedos. Pero aún así he podido disfrutar mucho y creo que la gente también. El toro ha tenido una gran clase, y me da pena no haberlo podido matar como a la segunda, a la primera». Sobre el cuarto, en el que dio una vuelta al ruedo, de Juan Pedro, dijo que «el toro exigía físicamente, pero también técnicamente, porque nunca regalaba una embestida sin un esfuerzo detrás. Lo he podido torear a ratos despacio. Había que perderle muchos pasos porque si no el toro se volvía loco porque se amontonaba. Pero ha transmitido, ha tenido ciertas cualidades, aunque también defectos, pero toro importante. Una pena no haber cortado la oreja, pero yo creo que lo ha visto todo el mundo, se ha pedido y me he jugado la vida matándolo. Me he tirado de verdad, y una pena el derrame, pero la espada estaba en el sitio».

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También brindó Emilio de Justo su primer oponente a Felipe VI: «Majestad, es un placer que esté presidiendo esta gran Corrida de Beneficencia. Nos honra siempre con su presencia. Va por usted, por el toreo y por España». Este toro, de Juan Pedro Domecq «no tenía mal aire, pero le faltaban finales y soltaba un poquito la carita defendiéndose. Había que ponerla muleta no muy 'alante': retrasarla para aprovechar ese medio viaje que tenía. Lo he intentado hacer con la mano izquierda de uno en uno, porque creo que si se la dejaba puesta protestaba más. Hace mucho viento, como todas las tardes. Ha sido una feria en la que molestado mucho el aire, pero no es excusa, hay que estar y resolver», explicó el extremeño.

«Su majestad, muchísimas gracias a usted y a todos sus antepasados por apoyar y defender la tauromaquia por encima de todo. Viva España. Va por usted», brindó Fernando Adrián a don Felipe. Su primer toro era de Daniel Ruiz, y también le propinó una voletera: «Estoy bien. Es una pena porque pensaba que el toro tenía esa clase y ese fondo que hace torear despacio y como quiero, pero se ha venido demasiado a menos, y no he podido estar como quería haber cuajado al toro». Sin embargo, esto cambiaba en el sexto, de Juan Pedro, al que desorejó, abriendo su segunda puerta grande. Emocionado, contaba desde la furgoneta que esos momentos «son cosas maravillosas que sólo lo pueden explicar los toreros. Esta plaza yo creo que es única, es maravillosa. Ahora mismo no sé hablar de la faena, lo único que puedo decir es que me he abandonado por muchos momentos, por no decir al 100%. He intentado no buscar la perfección, ni los enganches ni el torear bien. He intentado entregarme, olvidarme de todo y disfrutar. Los olés de esta plaza y la sensación que tenido hoy creo que son muy difíciles, porque soy consciente de que es muy difícil. Pero creo que esta profesión, cuando uno vive por y para ella y entregado, es tan maravillosa y tan pura que te regala estos momentos. Nadie sabe lo que llevo luchando, sacrificándome todos los días de mi vida para esta profesión, sin saber lo que iba a pasar, pero lo que sí sabía es que era feliz haciendo lo que hacía. Sé dónde estoy, y sé que esto sólo ha sido otro paso de esa gran montaña que quiero seguir escalando en esta profesión».

Juan Pedro Domecq también contó sus impresiones: «Estoy contento. Yo creo que los tres toros (tercero, cuarto y sexto) han tenido cosa. Este toro (el sexto) con una clase excepcional, y Fernando Adrián ha estado a un nivel muy, muy alto, con unos naturales eternos. Un toro que cuando embiste así es muy difícil torearlo bien y él ha estado a la altura. Estoy muy contento con mi paso por Madrid, con toros muy bien presentados, todos con embestidas, con algo. Unos han durado más y otros menos, unos con más potencia y otros menos, pero yo creo que para estar muy contento. La anterior corrida se la llevó el viento, pero hoy hemos tenido una tarde apacible con un torero joven que quiere ser figura del toreo, con un Castella diciendo 'aquí quiero estar', y Emilio de Justo, al que hay que tener un tremendo respeto por todo lo que le ha dado a Madrid. Ahora a seguir trabajando para que en esta plaza veamos muchos toros así».

A su lado se encontraba Daniel Ruiz: «El primer toro ha sido muy bueno, aunque ha abierto tarde y quizás haya condicionado un poquito. Pero creo que ha sido una faena de Castella muy buena. Ese toro nos ha gustado mucho, y después de llevar tanto tiempo sin lidiar en Madrid, presentarte un día como hoy y echar un tono así te deja bastante satisfecho. El tercero no ha valido para nada. No creo que haya tenido mala condición, pero para Madrid no vale. Y se ha visto muy justo de presentación en la plaza. No lo debieron aprobar, pero también dentro se dejaron dos o tres toros de categoría que eso también la gente lo tiene que saber. Dos o tres toros de una presentación impecable, y han ido a aprobar uno que en la plaza no era un toro de Madrid. Lo que hemos vivido desde que se ha marchado mi padre está siendo muy duro, pero él ha echado hoy un toro de categoría de Madrid».