Dos nombres y un destino: Damián Castaño y Dolores Aguirre hacen historia en San Agustín de Guadalix
El salmantino cuaja una solida mañana, marcada por el fallo con los aceros, y hace historia al ser el primer estada que mata seis toros de la divisa azul y amarillo
Juan de Castilla y la dimensión de quien quiere (y puede) ser

La plaza en pie. Una estruendosa ovación. Y en el ruedo, solo un hombre: Damián Castaño. Primer torero en acartelarse en solitario con seis toros de Dolores Aguirre. Ahí es nada. Pasara lo que pasara, ya era historia. Aunque el talón ... de Aquiles del salmantino hizo acto de presencia en casi todos los capítulos de la mañana. De no haber sido así, habría tocado pelo en varias ocasiones, porque bien se lo ganó en el ruedo. Todo esto reapareciendo del tabaco que sufrió pen Las Ventas con la corrida de Adolfo.
Cuatro veces mandó el presidente que fuera al caballo el anovillado primero, que no facilitó una lidia en la que, una vez más, brilló Iván García con los palos. Bueno fue el inicio por bajo de Damián, que basó la faena con la diestra, como es lógico, porque ya se vio en el capote de Juan Carlos Rey que por la zurda era imposible. Y así, se entretuvo, de entrada, en darle series muy buenas, sacando las virtudes que no se apreciaban en el toro en un inicio. Y decíamos antes que imposible era al natural pero no para este torero, que le dio una tanda por ese pitón llena de emoción por el claro peligro del dolores, que se le quedaba abajo. Aunque siempre humilló, eso sí. Lástima la espada, que le impidió empezar a puntuar.
Bien con el capote anduvo con Salado. Fue el toro alegre al caballo, metía bien la cara en el peto y empujaba metiendo los riñones, aunque había que medir el castigo, porque estaba justo de fuerzas. Quitó Damián por tafalleras, rematadas por una bonita tijerilla, y con la montera calada comenzó por toreros ayudados por alto. Pero ahí se acabó el animal, muy parado y sin recorrido para la faena. «Le ha sobrado un puyazo», comentaba un aficionado. Efectivamente. Hizo pelea de bravo, pero no aguantó más. Y parado estuvo también en la suerte suprema.
Manso fue Cigarrero II, amén de mal picado. Esperaba en banderillas y echaba la cara arriba, eternizando un nada lucido tercio, del que se tuvo que hacer cargo Juan Sierra ante la incapacidad del lidiador al que correspondía. Y puso orden el buen subalterno, enseñando a embestir al animal. Se la jugó (en las múltiples pasadas) Matheu Guillon. Y a humillar le enseñó el salmantino, que se dobló con él. Tomaba bien el muletazo hacia las tablas, buscando siempre la salida, cosa que aprovechó Damián para darle los mejores muletazos de la faena. Tragó un quinario, porque cuando tenía que ir para afuera, el de Dolores se quedaba corto y le miraba. Aun así, se la jugó con honestidad, hasta por la izquierda, que no tenía ni uno la prenda.
Más largo se fue en el capote Langosto, al que recetó un buen recibo Castaño, ganándole terreno. Fue alegre al caballo, pero empujaba sólo son un pitón y salía suelto. Prácticamente en toriles lo dejó en una tercera vara, para complacer al público. El animal fue, lo picó arriba Jean Loup. Y el público pidió una cuarta vara, desde el mismo sitio. Silencio en los tendidos. Y volvió a ir Langosto, que como vino, se fue sin embestir al peto. Tras el buen segundo par, excelentemente lidiado por Iván, comenzó Castaño sin probaturas. Poca clase tenía el animal, que cabeceaba sin parar. Además, comenzó a soplar viento, el toro se fue orientando. Como tenía medio viaje, le daba medio muletazo Damián de uno en uno, pero fueron unos pedazo derechazos de mucha categoría. Sólo que ese medio recorrido pasó a no existir, y tuvo que coger la espada, no sin antes improvisar un muletazo rodilla en tierra bonito.
Las mejores verónicas llegaron con Pitillito. Desastrosa fue la labor del picador, que dejó al animal lleno de ojales. Esperaba el toro en banderillas y todo el mundo mentaba a la madre del piquero, que suele estar más acertado. Con todo, comenzó abriéndole los caminos Damián -de nuevo con la montera calada-. Metía la cara en el primer muletazo, pero se le quedaba debajo en el segundo. En una de esas, con el torero con la verdad por delante, le levantó los pies del suelo el animal. El silencio se apoderó de la escena. Pero volvió a la cara del toro para una última tanda, tras la que el astado se echó mientras el toreo cogía la espada. Parecía que no llevaba nada, pero empezó a cojear tras meter una media atravesadilla, suficiente para que el manso se echara.
Cerró la corrida Carafea, que salió enterándose, y acabó en toriles. Intentó aprovechar bien los viajes Damián y poco más. Justificadísimo estuvo toda la mañana, en la que mostró capacidad y un valor fuera de lo normal, que levantó a los aficionados del asiento en más de una ocasión.
FERIA DEL AFICIONADO
- Plaza de toros de San Agustín del Guadalix (Madrid). Matinal. Domingo, 27 de abril de 2025. Lleno en los tendidos. Toros de Dolores Aguirre, bien presentados y de distinto comportamiento, destacando el 1º en la muleta y el 2º en varas.
- Damián Castaño, de tabaco y oro. Tres pinchazos y estocada delantera (saludos). Tres pinchazos, pinchazo hondo agarrado y descabello (palmas). Pinchazo, estocada corta delantera y dos descabellos (palmas). Estocada corta tendida (ovación tras leve petición). Media atravesada (ovación). Tres pinchazos y estocada corta (saludos).
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete