Cuando la plaza estaba ya llena y los aficionados de blanco y rojo vitoreaban a los toreros Antonio Ferrera, Manuel Escribano, y Jesús Enrique Colombo, en una zona donde había un gran número de banderas navarras y vascas se desplegaron dos lonas que formaban cuatro palabras con un claro mensaje: «Puta España, puta Selección».
Aunque pronto se retiraron las pancartas, mientras los toreros hacían el paseíllo, quedó claro un mensaje que fue en consonancia con otras proclamas independentistas que se suelen colar en los Sanfermines habitualmente. Y es que los más radicales entienden que la fiesta, los encierros y por supuesto las corridas en el territorio navarro son un escenario perfecto para lanzar sus mensajes.
El fútbol como reivindicación independentista
En este caso, el llamamiento al boicot de manera implícita al partido de la selección española de fútbol viene a confirmar que un sector de la población vasconavarra no le tiene un gran cariño al conjunto que ahora entrena Luis de la Fuente. De hecho, suele ser objeto de debate la ausencia del conjunto nacional en el territorio que reclaman los independentistas como Euskal Herria.
Antes del partido contra Francia, territorio que los soberanistas vascos también reivindican como parte de su teórico país, Arnaldo Otegi, líder de EH Bildu, señaló que él no iba con ninguno de los dos equipos porque su selección «no es ni la española ni la francesa», ni esos son sus himnos, sus colores, ni sus jefes de Estado. «Yo voy con la vasca», sentenció.
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