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ABC Cultural

El reintegro de la mansada del Puerto cayó en la zurda de Talavante

El extremeño, con un puñado de naturales de oro y otro tiempo, corta una orejita a Cubanoso, el toro de más clase de la deslucida corrida del Puerto de San Lorenzo; Ortega dibuja maravillas tras una fea cogida en el más difícil quinto y Rufo se inventa una faena al rajadísimo sexto, en constante huida

Tarde de torero grande de David Galván

La izquierda de Talavante con el buen Cubanoso DE SAN BERNARDO
Rosario Pérez

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Eran los tendidos el colegio de San Ildefonso en vísperas de la Lotería. Era la Noche de Reyes, con los zapatos lustrados, con la ilusión desbordada. Toreaba Juan Ortega y hasta el reloj de la Puerta del Sol lo sabía. Era su tarde de ... descanso en este mayo de prisas. Pero lo que realmente se pararía fue el sexteto del Puerto (de San Lorenzo y no de Santa María, como pregonaban en la fila 2). Sin casta ni poder, la campanada la dio la mansada salmantina. Y eso que hubo toros de bella lámina para embestir, pero su sangre desbravada arruinó otra tarde de expectación. No hubo Gordo que celebrar, tan sólo un reintegro, que cayó en los albores de la corrida.

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