Miura, justa Medalla
«A lo largo de su trayectoria casi bicentenaria, ha mantenido invariable un encaste singular, asociado a valores como la bravura, la emoción y la belleza del toro de lidia»
De Karra Elejalde a María Jiménez, del GEAS de la Guardia Civil al pintor Ferrer-Dalmau, las Medallas de Bellas Artes 2022
Las Medallas de Bellas Artes las concede directamente el Ministerio de Cultura a personas e instituciones destacadas, sin un número fijo ni vinculadas forzosamente a un sector cultural. Entre las 33 que se acaban de conceder, figura la ganadería de Miura, cuyos méritos señala un ... certero texto: «Probablemente la más legendaria de la historia de la Tauromaquia. Especialmente destacable es la fidelidad de la casta a sus orígenes, puesto que, a lo largo de su trayectoria casi bicentenaria, ha mantenido invariable un encaste singular, asociado a valores como la bravura, la emoción y la belleza del toro de lidia».
Desde Antonio Ordóñez, en 1996, hasta hoy, una treintena de Medallas de Bellas Artes han distinguido al mundo taurino. Sólo en tres ocasiones (2012, 2018 y 2021) el Ministerio se olvidó de él y lo criticamos.
Es justo aplaudirlo ahora: cumple así con la ley que reconoce a la Fiesta como Patrimonio Inmaterial español.
La elección de Miura supone un acierto. Son toros con una fuerte personalidad, por sus hechuras: largos, agalgados, 'como un tranvía'; parecen flacos aunque pesen cerca de 600 kilos. Y por su temperamento: alargan el cuello, son listos, aprenden rápido. Han dado lugar a varias tragedias pero también a triunfos de muchos diestros: después de la guerra, Pepe Luis, Luis Miguel, Diego Puerta, Paco Camino, Ruiz Miguel, Esplá, Manili…
Don Eduardo Miura padre, un gran caballero andaluz, me contó la historia de un miura que, una vez desencajonado, no hubo forma de volverlo a los corrales. Al día siguiente, los toreros tuvieron que hacer el paseíllo por el callejón, mientras el toro los miraba, arrogante, desde el centro del ruedo.
Hasta el diccionario de la Real Academia recoge que esta ganadería es 'famosa por la bravura e intención atribuida a sus reses'; en sentido figurado, llamamos 'miureño' a la 'persona aviesa, de malas intenciones'. Canta a estos toros una soleá: 'Ya no me importan los miuras / si atropiezo en el paseo / con tus miradas oscuras'.
Miura es una leyenda viva, una divisa de casta y bravura: los fundamentos básicos de la Fiesta. Esta Medalla de Bellas Artes no hace sino reconocer una realidad indiscutible.
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