Almeida: «Felicito a la Fundación Toro de Lidia por haber ganado al sectario Gobierno de España el pleito del bono cultural»

En primer lugar habló Miguel Abellán, que agradeció la colaboración por parte de la Comunidad: «Quiero agradecer la inestimable colaboración por parte del Ayuntamiento de Madrid, en connivencia con la Comunidad, que hemos hecho posible la recuperación de estos importantes trofeos taurino, a nivel profesional y cultural».

Justo Hernández fue el primero en recoger el trofeo, entregado por Enrique López. Garcigrande fue premiada como la mejor ganadería de la pasada temporada venteña, por la corrida celebrada el 20 de mayo, que permitió a un confirmante Tomás Rufo abrir la Puerta Grande, y al Juli realizar una de sus mejores faenas en este coso. «Cuando era niño venía a la plaza con mi abuelo y con mi padre, y veía estos azulejos y me sentía muy pequeño al lado de esas ganaderías. Conseguir el premio más importante para mí, pese a que ya no estén conmigo ellos, es un orgullo, porque como ganadero me parece lo más grande a lo que se puede aspirar», dijo agradecido el ganadero.

Noticia Relacionada

La Corrida de la Prensa recupera la votación popular en el centenario de la Oreja de Oro

Alicia P. Velarde

«Espero que sea una tarde en la que el notario se pase un buen rato contando votos, porque eso indicará que ha acudido mucha gente a la plaza» dijo Paco Ureña

Victorino Martín recogió el premio al toro más bravo, en honor a Garañuelo, lidiado en la Corrida de la Prensa por Sergio Serrano. Victorino, por su parte, explicó que «este premio tiene una significación especial, porque es un premio que recupera la libertad, nuestra cultura y el derecho que tenemos la gente del toro a ser considerados como unos ciudadanos más», tras lo que agradeció el apoyo de las autoridades.

El unánime triunfador del San Isidro pasado fue Ángel Téllez. El toledano que en un principio toreaba sólo el 17 de mayo la corrida de Araúz de Robles, pegó unos naturales de tanto calado, que entró sustituyendo a Emilio de Justo el 27 de mayo en la corrida de Victoriano del Río, saliendo ese día por la Puerta Grande. «El premio que recojo lo hago con todo el orgullo y el honor por la importancia que tiene, por ser triunfador de la feria más importante del mundo. Es un reconocimiento que me ha cambiado la vida. Ojalá en el futuro pueda tener más trofeos en mi vitrina como el que recojo hoy». dijo Téllez, que ya ha cumplimentado sus dos citas en este San Isidro. En su primera corrida, sufrió una fea voltereta, que no le impidió torear la siguiente, el día del Patrón. El parte rezaba: «Fractura ángulo espiral de la escápula, sin desplazamiento significativo, con edema y tumefacción de toda la musculatura adyacente».

El último premiado fue Álvaro Alarcón como mejor novillero, al haber salido por la puerta grande el 23 de mayo, tras cotar tres orejas a su lote de Fuente Ymbro. Alarcón, que se convirtió en matador de toros hace ocho días, en la primera corrida de este San Isidro, afirmó que «para mí es un sueño poder coger este premio en la plaza más importante, y más con el apoyo de la Comunidad de Madrid en estos tiempos tan difíciles para la tauromaquia. Espero algún día tener el privilegio de recoger el trofeo que ha recogido mi compañero Ángel Téllez, al que felicito».

«Estos premios simbolizan el éxito de una feria, y premiamos como aficionados algo muy importante como es esta actividad cultural e histórica en España», expuso el Consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid. «La fiesta de la tauromaquia ya no hay que defenderla, se defiende por sí misma, pero hay que valorarla y cuidarla. Es una fiesta donde se cotizan muchos valores, pero quiero resaltar la valentía, la de los matadores, pero también la de los ganaderos, que salen de un duro Covid, con 2 años de inactividad, y ahora se enfrentan a una de las peores sequías de lo que va de siglo, que hace muy difícil su labor; y sin embargo están luchando para que hayan buenas reses que lidiar. Por eso, hay que pedir comprensión a la afición, que valore esta actividad pero que comprenda la dificultad. Se requiere que todos apoyemos sin fisuras la tauromaquia y apoyemos a la feria más allá de sus resultados. Frente a las adversidades, hay que unirse y no dividirse. Y desde la Comunidad siempre lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo», terminó diciendo Enrique López.

José Luis Martínez-Almeida «Remarco yo también la necesidad de poner en valor y promocionar la tauromaquia como seña esencial de la cultura española, y por tanto remarco el compromiso del Ayuntamiento de Madrid, así como la Comunidad, para que Madrid siga siendo la capital mundial del toreo, y sigamos siendo una referencia, y, por tanto, orgullosa defensora de los valores de nuestra cultura: la tauromaquia». Tras felicitar a los premiados, Almeida agradeció a Victorino la presentación de Garañuelo y también su trabajo en la Fundación Toro de Lidia, «especialmente que hayáis ganado ese pleito al sectario Gobierno de España, que había excluido del bono cultural precisamente el poder acudir a los toros. Parece incomprensible que en la España en la que vivimos se entienda que en un bono cultural no esté precisamente, como elemento principal, poder acudir a una corrida». En la sala, se oyó una espontánea ovación mientras pronunciaba esas palabras. Y concluyó felicitando al Centro de Asuntos Taurinos por el trabajo comprometido de las instituciones madrileñas a la tauromaquia, y «animando a todos los madrileños, y a todos los que nos visitan estos días, que no tengan ninguna duda y se acerquen por este coso, la Cátedra del toreo, la primera plaza del mundo, la plaza de Las Ventas».

Al finalizar el acto, los presentes acudieron al patio de arrastre por el callejón venteño, para descubrir el azulejo que premiaba a Garcigrande. Por el callejón pasaba en ese momento Fernando Sánchez, que salía del sorteo de los toros de Alcurrucén, y miraba el estado del ruedo, en el que esta tarde hará el paseíllo a las órdenes de Tomás Rufo, en una corrida que ya ha colgado el 'No hay billetes'. En Madrid siempre se le espera, y los aficionados le paraban para desearle suerte. Ya en arrastre, Almeida descubrió el azulejo, y los premiados, junto con las autoridades, posaron para los fotógrafos.