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ABC Cultural

EL «VAR» DEL TENDIDO

Y Madrid vio torear (a Pablo Aguado)

«¡Huele a torero!», gritaba la afición para romper el silencio maestrante

Pablo Aguado acaricia la embestida del sexto toro de Montalvo Paloma Aguilar
Rosario Pérez

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«Silencio, torea Pablo Aguado ». Se lo dijo un jubilado a sus vecinos mientras se encendía un puro kilométrico, un señor que curiosamente había retransmitido el resto de la corrida como una canción en bucle. «Un plasta», murmuró un chaval por lo bajini. Pero ... cuando el nuevo elegido de Sevilla se plantó a la verónica hasta el más pesado enmudeció. Hubo una de cartel de toros, de hondura descomunal: desde el Guadalquivir hasta el Manzanares, desde el embroque hasta la eternidad. Madrid acogió con los brazos abiertos a la sorpresa abrileña de mayo. Se notó el efecto Aguado en taquilla : más de veinte mil almas se citaron. A la empresa de Las Ventas le vino Dios a ver con el triunfo del hispalense. «Pero Dios no es buen aficionado », recordó un abonado mientras se lidiaba el tercero bis...

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