Dos lecciones magistrales de Enrique Ponce en San Isidro
La figura de Chiva sale por la Puerta Grande después de cortar una oreja a cada toro de Domingo Hernández
ABC.ES , ABC.ES , ANDRÉS AMORÓS y ABC.ES
Crónica
Nueva tarde de lleno y expectación en la única corrida de la Feria que torea Enrique Ponce, la máxima figura . Una vez más, dicta dos lecciones magistrales, pone en pie al exigente público de Madrid, corta una oreja a cada toro (hubieran sido ... tres o cuatro si los mata a la primera) y abre la Puerta Grande. A sus 45 años y 28 de alternativa , Ponce conserva intactas la afición y la ilusión, está toreando mejor que nunca: no es retórica, se está comprobando casi todas las tardes. (Un ejemplo: en Córdoba, hace un par de días, recibió a su segundo con una larga de rodillas, algo tan lejano de su repertorio).
De los toros de Domingo Hernández , que toman antigüedad en Las Ventas, cuatro pesan más de 600 kilos: sacan casta y son excelentes tercero y sexto.
El castellonense Varea mostró pronto su estética personal; también, su irregularidad y los problemas con la espada. Triunfó, este año, en la Feria de su tierra. El primero se viene fuerte en banderillas pero se para pronto. Varea, más artista que dominador, no logra remontar la faena y da el mitin con el descabello. Hace el esfuerzo en el sexto, muy encastado, bravo y exigente (no es fácil estar a su altura); por la izquierda, embista muy largo y Varea logra algunos buenos naturales.
Tercera actuación de David Mora : en las anteriores, vivió las dos caras de la moneda. El tercero, un toro magnífico, arrea mucho y Ángel Otero se la juega, con gran mérito. El toro transmite mucho, se come la muleta. La faena de David es desigual, con algún susto. Entrando de lejos, la espada queda baja. Saluda Antoñares en el quinto, algo rebrincado. Mora le baja la mano, logra algunos muletazos y mata volcándose sobre el morrillo, a cambio de una voltereta.
Una vez más, Ponce marca diferencias . El segundo sale suelto, huído. Enrique lo recoge, rodilla en tierra, y traza verónicas que acaban en la boca de riego. Lo lleva prendido en la muleta, desmayando la figura, jugando sólo la muñeca, con un sutil giro de cadera. Dos cambios de mano extraordinarios y la preparación para matar, con bellísimos ayudados, ponen al público en pie. Mata a la segunda y se queda en un trofeo: la faena, admirable, era de dos. El cuarto, bonito de capa, muy veleto, puntea, pega tornillazos, echa la cara arriba, se queda corto. Con paciencia y sabiduría, le va sacando todo lo que el toro pueda tener; por dos veces, logra el pase de pecho a la tercera, después de que el toro se le pare por completo . Corriendo la mano magistralmente, el derechazo se convierte en circular. El abaniqueo final, a lo Antonio Bienvenida, vuelve a poner al público de pie. Mata regular, a la segunda: el único lunar. La mayoría de pañuelos consigue el trofeo, que algunos protestan. Pero el saludo en el centro del ruedo y la salida en hombros son clamorosas: la cumbre de un maestro en plenitud.
Una vez más, Ponce ha deslumbrado a todos por su difícil facilidad: lo que todos quisieran y muy pocos consiguen; el privilegio de los más grandes. (Ya Cervantes se burlaba de los poetas que, para hacer versos, “sudan e hipan”). En sus manos, todo es suavidad, claridad, armonía: el ideal del arte clásico.
POSTDATA. El sexto toro de esta tarde se llama “Granaíno”, igual que el que hirió a Ignacio Sánchez Mejías. Por no mencionar su tierra natal, García Lorca omitió el nombre, en su “Llanto”. En la cubierta de José Caballero, junto a un sol y unos angelitos, eligió esta inscripción: “Lo mató un toro de la ganadería de Ayala”. Y, luego: “Lo recogió la Blanca Paloma”; es decir, la Virgen del Rocío. (Primero había pensado: “Lo recogió la Venus Tartesa”). Ya forma parte de la historia. Como esta tarde de Enrique Ponce.
Directo
Sexto toro
Granaíno, número 60, negro listón, de 577 kilos.Toro extraordinario, al que Varea mata de pinchazo y estocada. Ovación de despedida.
Quinto toro
Armador, número 23, negro listón, de 638 kilos. David Mora sufre una terrible cogida en la hora final, por fortuna parece que sin consecuencias. Saludos.
Cuarto toro
Sale Rumbero, número 24, negro salpicado, de 555 kilos, aplaudido de salida con sus pitones apuntando al cielo. Blandea luego y echa las manos por delante. Ponce plantea faena bajo el 7 y los sostiene con paciente técnica. El toro quiere embestir, pero es muy deslucido. El maestro le saca derechazos de uno en uno que levantan los oles. Acaba en cercanías, con parte del público en pie con el abaniqueo. Pinchazo, aviso y media tendida. Petición. Oreja
Tercer toro
Inclusero, número 65, negro, de 679 kilos. Se cuela por el derecho en el capote de David Mora. Mucho mejor por el zurdo de salida. Se desmontera Ángel Otero en banderillas. Mora brinda al público. Inclusero, con sus casi 700 kilos a cuestas, embiste noblote por los dos lados. Mora traza una faena desigual, con altibajos, con una tanda a derechas reunida pero sin terminar de encontrar el sitio ni el son. Estocada caída. Saludos.
Segundo toro
Sale Libertino, número 50, negro, de 618 kilos. La plaza se vuelca desde el primer lance en un magistral saludo, con los oles sonando. Se pega un tremendo volatín en el capote de Jocho. Ponce quita por despaciosas chicuelinas. Comienza con doblones y, ya erguido, conduce la embestida en redondo. Girando como un compás enloquece a Madrid, con ese runrún de la expectación grande. Un cambio de mano lentísimo. Por el izquierdo va peor, pero por el derecho hay detalles preciosos, con plasticidad. Con inteligencia, remata a modo de poncinas con el público pie. Metisaca y estocada. Oreja, con una vuelta al ruedo despaciosa y recreándose.
Primer toro
Sale Rocoso, número 115, castaño, de 615 kilos, grandóns, alto y largo, con el que Varea deja alguna verónica con su aquel y quita por chicuelinas. Desacertado tercio de banderillas antes de la ceremonia de confirmación. Sin ser nada del otro jueves, va y viene este toro; el de Castellón quiere componer los muletazos, pero le recriminan la colocación y la despedida hacia fuera. Mata de estocada atravesada y tendida y varios descabellos. Aviso. Silencio.
Paseíllo
Con lleno de No hay billetes, hacen el paseíllo Enrique Ponce, de pizarra y oro; David Mora, de tabaco y oro, y Varea, de hueso y oro.
Sorteo
Esta mañana se sortearon los toros de Domingo Hernández que se van a lidiar esta tarde, una corrida con romana y con un toro de 679 kilos. Los sobreros son de Juan Manuel Criado y Salvador Domecq.
Cartel
¡Buenas tardes! Bienvenidos a la vigésima tercera corrida de la Feria de San Isidro. Confirma Varea, de manos de Enrique Ponce, en su único paseíllo, y David Mora, que afronta su tercera cita.
Previa
Ya están enchiquerados los toros de Domingo Hernández que se lidiarán esta tarde en la vigésima tercera corrida de la Feria de San Isidro. Otro cartel de expectación, con el único paseíllo de Enrique Ponce, que comparte cartel con David Mora y el confirmante Varea.
Este es el orden de lidia :
1. Rocoso, número 115, castaño, de 615 kilos.
2. Libertino, número 50, negro, de 618 kilos.
3. Inclusero, número 65, negro, de 679 kilos.
4. Rumbero, número 24, negro salpicado, de 555 kilos.
5. Armador, número 23, negro listón, de 638 kilos.
6. Granaíno, número 60, negro listón, de 577 kilos.
El primer sobrero es de Juan Manuel Criado y el segundo, de Salvador Domecq.
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