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ABC Cultural

Uceda Leal y el milagro de lo clásico

La eterna esperanza de Madrid cautiva con una faena de clase y solera en la Goyesca de Madrid

Uceda Leal, con Barbudo Plaza 1
Rosario Pérez

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Volvía Uceda Leal a su plaza. Volvía la eterna esperanza de Madrid, con su cuarto de siglo de alternativa en lo alto. Y con los 45 otoños que enseña su carné reverdeció los laureles de la juventud, pero con la solera y el poso de ... la veteranía. Qué manera de torear por los cauces clásicos, por ese toreo imperecedero capaz de rendir Las Ventas. La comunión brotó con el Barbudo del Cortijillo: se devolvió el primero de su lote y corrió turno. Una señorial media había dibujado Ferrera en el quite antes de que este número 19 pusiera la cara por las nubes en banderillas. Lo que iba a suceder después era un misterio, desvelado por José Ignacio desde el torerísimo prólogo genuflexo y el resplandor de su derecha ya en la serie inicial.

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