Teruel sí existe para Imanol Sánchez, que se llevó el premio de la «oportunidad»

Abrió plaza el castellonense Abel Valls , que apoyado por una numerosa hinchada remató su faena con una buena estocada. Antes anduvo dispuesto, aunque un tanto encimista ante un toro tan noble como justo de fuerzas.

El turolense Sergio Cerezos toreó variado y airoso con el capote al segundo. También en un esperanzador comienzo con la muleta, pero el toro se fue apagando y todo quedó en buenas intenciones.

El tercero lucía una imponente cornamenta, especialmente el pitón derecho, una daga. Y por ese lado embistió con largura, con casta desenfrenada también. El aragonés Imanol Sánchez no le volvió la cara, al contrario. Entusiasta, valentísimo con las banderillas, y con tremendo coraje con la muleta. No dejo pasar la oportunidad y se fue como un obús tras la espada, que aunque quedó tendida no le amargó el trofeo que le supo a gloria.

Jesús Duque pasó sin pena ni gloria ante el cuarto, que tampoco destacó por sus bondades.

Román apechó con un quinto de aviesas intenciones. El colorao se las hizo pasar canutas a los banderilleros. Firme el torero que aguantó coladas y tarascadas por doquier. Cada muletazo que le robaba era un ¡ay! y un suspiro de alivio. Tuvo mérito, y mucho, el valenciano, que, sin embargo, dejó escapar el triunfo con los aceros.

Antonio Puerta muleteó con decisión al que cerró plaza en una faena que no acabó de levantar el vuelo.