'El sueño de la confirmación en Las Ventas', por Tomás Rufo

El cartel de la confirmación, con los maestros Juli y Talavante , hace que esos sueños sean aún más bonitos. La fecha, la plaza, y esas dos grandes figuras del toreo a cada lado, es algo que te llena de responsabilidad y que te hace prepararte aún más para estar a la altura del acontecimiento. Este tipo de carteles, de gran responsabilidad, son en los que todo torero quiere ver su nombre. La ganadería, Garcigrande , cría un toro muy exigente con el que he podido triunfar en mi alternativa en Valladolid y, recientemente, en Alba de Tormes. Es un toro que me gusta y con el que he podido hacer el toreo que tengo en la cabeza sabiendo su exigencia.

La preparación de la confirmación es algo que llevas a cabo desde que empiezas en esto, es una fuente de motivación para cada paso, para cada escalón que subes. Quizás en ese comienzo es un sueño y un deseo, pero tras tomar la alternativa y, sobre todo, tras ver tu nombre en el cartel, es algo que centra todo.

Aspiro a torear con las figuras, a ganarme el sitio y a hacer el paseíllo con ellas el mayor número de veces posible, aunque la presión sea la máxima, pues los maestros son compañeros, sí, pero no están ahí para poner las cosas fáciles precisamente. Busco no fallar y conseguir que el público siga con interés mis actuaciones intentando darlo todo cada tarde.

La preparación y la exigencia es máxima, pero soy consciente de que Madrid siempre te exige un plus más.

En esta preparación hablo mucho con mis apoderados, la casa Lozano, quienes me aportan su experiencia, algo que me ayuda mucho en la manera de afrontar la preparación de la tarde.

Me hace mucha ilusión volver a Las Ventas tras la temporada de 2019 y tras haber sido la plaza que me puso en el escaparate. Cada una de las tardes de ese año me aportaron mucho y tengo muchas ganas de que Madrid vea mi evolución ya como matador de toros. El sentir la presión de su afición y ganarte sus oles es algo que me gusta y motiva.

Es un orgullo llegar así a Madrid, es algo que uso cómo elemento motivador para prepárame aún más y para enseñar el toreo que tengo y quiero realizar. Las tardes de Valladolid, Talavera, Castellón y Alba me han servido para irme preparando en la exigencia que supone ser matador de toros y, también, en la competencia y necesidad de triunfo cada tarde para no bajarse de los carteles en los que quiero estar.

Es un cartel muy bonito con el maestro Manzanares y con un torero de gran corte cómo Alejandro Marcos. En mi cabeza voy día a día y, por supuesto, sólo pienso en el día 20. La segunda tarde debe servir para refrendar lo hecho en la primera y por lo tanto sólo puedo pensar en la confirmación.