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El nuevo apoderado de Morante fue matador de toros por un día... en Marruecos

Manolo Lozano tomó la alternativa en Tánger de manos de El Cordobés en 1970 y ya no volvió a vestirse de luces

Morante y Manolo Lozano, en Campo Pequeño Mundotoro

Á. G. ABAD

La tauromaquia desde todos los ángulos: mentor de toreros, empresario y matador de toros. El flamante nuevo apoderado de Morante de la Puebla, Manolo Lozano , lo ha sido todo en el mundo taurino. Vistió en sus años mozos el traje de luces como novillero, pero el tiempo pasaba y las cornadas le hicieron desistir de su aventura como torero.

Para quien va dirigir la carrera del torero más esperado de la temporada que esta a punto de comenzar, el toreo no tiene secretos. El propio Morante, al hacerse pública su relación de cara a la reaparición en 2018, dijo que era « un taurino independiente, de los de arte ». Y nada más preciso.

Dejó a un lado su etapa como novillero con la espina clava de no haber tomado la alternativa. Apoderó a su hermano Pablo, después a otros como Gabriel de la Casa, Juan José, Roberto Dominguez , Ortega Cano. Organizó corridas de toros en muchas plazas españolas y americanas. Pero el run-run de ser matador de toros siempre le acompañó en su polifacética actividad. En dos ocasiones estuvo a punto de doctorarse antes del 4 de octubre de 1970, cuando en la plaza marroquí de Tánger, Manuel Benítez "El Cordobés" le doctoró en tauromaquia.

Cuando apoderaba a su hermano Pablo y era empresario de Aranjuez, y con los carteles anunciando la alternativa ya en la imprenta, dio un paso atrás. Se le vino todo encima, y lo de ser apoderado, empresario y torero, lo dejó para otro momento.

En 1968 volvió a coger fuerzas y declaró sus intenciones de hacerse matador de toros. Pensó en voz alta sus intenciones de que la ceremonia fuera en el coso de Manzanares con Palomo Linares de padrino. Aquello tampoco fructificó. Y a la tercera fue la vencida.

Era empresario de la plaza de Tánger, un coso construido en los años 50 durante la época de Protectorado, que llevaba un tiempo inactivo y en donde organizó una amplia temporada. Quisó culminar la aventura de dar toros en Marruecos con un cartel que consiguió llenar los tendidos. El Cordobés, Gabriel de la Casa y Manuel Lozano, con toros de Galach e. Los máximos trofeos para el recuerdo feliz de una tarde de éxito. Para la primera y última tarde como matador de toros. Un día y no más. Y fue en Marruecos.

«Un taurino de arte», para Morante, un torero de los que «tienen que pasar hambre de toros», como dijo el matador por un día, al anunciar que se hacia cargo de la carrera del de La Puebla.

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