Morante de la Puebla, premio Nacional de Tauromaquia

El Nacional de Tauromaquia, concedido por el Ministerio de Cultura y Deporte , está destinado a reconocer la labor meritoria de una persona, entidad o institución durante la última temporada en el ejercicio de las diferentes actividades y manifestaciones de la Tauromaquia. En casos excepcionales, debidamente motivados, también puede otorgarse como reconocimiento a una trayectoria profesional. Está dotado con 30.000 euros .

El genio de La Puebla del Río, considerado el nombre indiscutible de la temporada tanto por sus triunfos como por su apuesta por la variedad de encastes, ha despertado la ilusión de los aficionados en todas las plazas con sus faenas y gestos, además de ser uno de los máximos representantes del arte del toreo .

«Ahora me pongo en el sitio y disfruto cuando me paso el toro muy cerca . Es algo así como cuando bailas y te rozas con una mujer, la emoción te arrastra a decirle: '¡Ay, que te quiero', y uno se deja llevar...», expresó ayer en una entrevista con ABC. Y sabedor de su gran año tras otras temporadas en las que las broncas caminaban a la par que los éxitos, decía a Andrés Amorós : «Los que antes me tiraban almohadillas ahora me piden autógrafos».

Respecto a la apertura de encastes, reconocía con responsabilidad de primera figura : «Hay plazas y momentos en los que uno debe lidiar otro tipo de toros, no porque salga mejor o más lucido, sino porque eso forma parte del toreo. Aunque no se corten orejas, se puede hacer otra lidia. La música no puede repetir siempre lo mismo, tenemos la obligación de cambiar. Un profesional no debe acomodarse, hay que demostrar que uno puede con todo».

Los premiados en anteriores ediciones fueron la Fundación del Toro (2020), el Foro de Promoción, Defensa y Debate de las Ferias de Novilladas (2019), Juan José Padilla (2018), Enrique Ponce (2017), Victorino Martín (2016), Escuela Taurina Marcial Lalanda (2015), Canito (2014) y Paco Ojeda (2013).

El último galardonado, José Antonio Morante Camacho (La Puebla del Río, Sevilla, 1979) debutó como novillero en 1994 en Guillena (Sevilla). Tomó la alternativa en Burgos en 1997 de manos de César Rincón y Fernando Cepeda como padrino, con toros de Juan Pedro Domecq. Su confirmación en Madrid se produce en 1998, con Julio Aparicio como padrino y Manuel Díaz ‘El Cordobés’ de testigo. Ese mismo año debutó en Francia en el coliseo de Nimes y en América en la plaza de Cali. En 1999 abrió la Puerta del Príncipe de la Maestranza de Sevilla. La nota de prensa del Ministerio subraya sus triunfos «en las principales plazas de toros de España, Francia y América, siendo considerado por los aficionados como ejemplo de torero de arte e inspiración ».