Miquel Barceló pinta el cartel homenaje a Víctor Barrio en Valladolid

Si en aquel festejo antes de la prohibición actuaban Juan Mora, Serafín Marín y José Tomás -torero al que admira y sigue -, ahora en Valladolid lo hacen la propia figura de Galapagar, Juan José Padilla, Morante de la Puebla, El Juli, José María Manzanares y Alejandro Talavante, con toros de distintas ganaderías . Todo para rendir tributo al compañero muerto en la arena, para dar gloria y honores a Víctor Barrio. Los beneficios irán destinados tanto para erigir un monumento al torero como para el fomento y la defensa de la Fiesta a través de la Fundación del Toro de Lidia .

Aquella vez en Barcelona fue Barceló quien se puso en contacto con José Tomás y se ofreció a realizar la obra. Ahora de nuevo vuelven a unirse los nombres de ambos en una corrida tremendamente especial, con mucha carga de emotividad.

Miquel Barceló, ganador este año del premio taurino Ciudad de Sevilla, acudió este fin de semana al «combate» del verano en San Sebastián: José Tomás-El Juli , en una tarde con altas cotas de toreo y en la que el de Galapagar cortó una oreja y el de Velilla, dos.

La corrida del próximo 4 de septiembre , en la que se prevé un lleno hasta la bandera, forma parte del abono de una gran feria taurina en Valladolid , una ciudad a la que su ayuntamiento quitó el título de taurina.

En una entrevista del pasado año en ABC, Barceló, gran aficionado a los toros, habló así de la guerra declarada por algunos políticos a la Fiesta: « Es una estupidez... por abreviar muchísimo . Nunca he conseguido explicar los toros a alguien que es contrario a ellos. Pero esta serie [una exposición en Calcografía Nacional] no tiene nada que ver con la apología taurina. Al contrario. Muchos de los grabados parecen antitaurinos. Cuando hice el cartel para la Feria de Sevilla los antitaurinos lo usaron como emblema. Mejor que no me ponga a defender los toros porque acabaré hundiéndolos. Tengo toros coloraos mallorquines en casa, pero no los mato con un estoque. No son para torearlos. Son para pintarlos, sobre todo, y para comer. Era una raza que en los años 80 estaba casi en peligro de extinción. Recuperé asnos y toros. Pero no soy un ganadero».