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ABC Cultural

El Juli, científico de la tauromaquia en el laboratorio de Cuatro Caminos

Cuaja una faena de capaz maestría a un geniudo toro y sale a hombros; Perera corta una oreja en la reaparición de Roca Rey en Santander

El Juli sale a hombros del coso santanderino Serrano Arce

ROSARIO PÉREZ

Y ahí estaba El Juli , con su bata de científico, administrando cubetas, con la pócima adecuada para cada ocasión, conjugando distancias y tiempos. Así lo hizo con «Pocapena» , de maldito bautismo, que metió bien la cara en su templado y variado ... recibo. Preciosista y personal el quite, con chicuelinas y julinas a cámara lenta. El madrileño cuidó las calidades del buen toro -de no sobrada fortaleza- desde el inicio, sacándoselo con suavidad a los medios. No quiso apretarlo de primeras y le dio aire, oxigenándolo mucho a derechas, sin demasiadas apreturas. Cuando agarró la zurda, los naturales brotaron despaciosos y largos, exigiéndole cada vez más. El de pecho se ralentizó tras el afarolado. Todo con estructura, medido, pausado en el tempo y en cada muletazo. Hilvanó luego un extenso cambio de mano a dos redondos invertidos que entusiasmaron. Profundo el broche por bajo, látigo y seda a partes iguales. El pinchazo previo a la estocada no le impidió inaugurar el marcador de trofeos.

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