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ABC Cultural

Inspiración entre la lluvia y el fango en Castellón

Finito pinta grandes carteles, Cayetano y Varea cortan una oreja en una buena corrida de Matilla, con un sensacional «Esaborío»

Derechazo de Finito Efe

Rosario Pérez

«Visto el empeoramiento de las condiciones meteorológicas y comprobado el estado del ruedo por los toreros, se procede a la suspensión temporal...» ¡Por quince minutos! Cuando sonaron por megafonía aquellas palabras, los aficionados dieron por hecho que era el anuncio de la ... suspensión: era lo razonable, pero en esta profesión de «majaretas» (que diría Joselito) no hay lógica posible. Una cuadrilla de operarios parcheaba los charcos de una lona menos impermeable que un escurridor de verduras . Pasado el tiempo, se avisó de que se deliberaría otro cuarto de hora, que se multiplicó por dos. Al parecer, alguno no era partidario de tirar para delante, pero, claro, estaba la televisión y ahí se hallaba el quid de la cuestión : era una «leña» rentable, a pesar de las devoluciones por la baja de Ponce (de más elevado caché que su sustituto, Finito). Además, se lidiaba una corrida de la empresa. El agua caía deprisa y el tiempo avanzaba despacio. Cuando el reloj caminaba hacia las seis, entre la impaciencia general por la tardanza en la decisión, se alentaba a los trabajadores. Una gran ovación hubiesen merecido los jabatos que aguantaron en el tendido. A las 17,53, otra vez el altavoz: «En cinco minutos, el paseíllo». Y se abrió el portón en medio de la división.

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