La Fiesta sigue viva en Palma pese a la amenaza de la prohibición

El gerente de la empresa Funciones Taurinas en el Coliseo balear, Miguel Gomis , comentó a ABC que las ventas para ambos festejos van a buen ritmo. « La venta de entradas va bastante mejor que en otros eventos programados en años anteriores», explicó Gomis, al mismo tiempo que recalcó que cada uno de los dos carteles citados «tiene sin duda su público». El aforo máximo de la plaza de toros palmesana es de unas 11.000 personas.

Gomis se pronunció también sobre la polémica en torno a la posible prohibición futura de las corridas de toros en Baleares . «El Govern no tiene competencias para prohibir los toros», indicó, para añadir: «Sería algo ilegal». En ese contexto, cabe recordar que días atrás el Gobierno central se puso en contacto con el Ejecutivo regional para advertirle de que no puede prohibir las corridas de toros en las Islas, tal como tiene previsto hacer el actual tripartito que preside la socialista Francina Armengol , a través de la modificación de la Ley de protección de los animales que viven en el entorno humano.

En caso de que el PSOE, la coalición econacionalista MÉS y Podemos persistieran en su propósito, el asunto podría acabar incluso en el Tribunal Constitucional . La portavoz del Gobierno balear, la socialista Pilar Costa, manifestó el pasado viernes que la intención del Govern en relación a dicha ley es que «antes de que se continúe con la tramitación parlamentaria o se llegue a su aprobación definitiva en el pleno, se puedan hacer las modificaciones oportunas a fin de que se cumpla de forma estricta la legalidad».

Por tanto, por ahora los festejos taurinos podrán seguir programándose en Mallorca, en donde al acabar este año se habrán celebrado como mínimo nueve festejos , incluyendo los que habrán tenido lugar en los municipios de Alcudia, Inca y Muro.

Por otra parte, algunos antitaurinos y animalistas ya han mostrado su rechazo a las dos corridas previstas ahora en Palma de Mallorca, arrancando o rompiendo los carteles colocados en el exterior del Coliseo Balear y en otros espacios. « Era de esperar, siempre actúan igual », señaló Gomis con cierta resignación. Aun así, también recordó que la capital isleña fue en su momento una ciudad con una gran afición a los toros, un interés que todavía hoy sigue estando presente.