Explosión de Diego Ventura en la Misericordia

Llevó siempre como imantados a sus dos enemigos al estribo, provocando auténticas explosiones de aplausos. Los pares al quiebro en los medios, sin espacio aparente, acabaron en una locura colectiva. Así, tanto en el segundo, como con el extraordinario quinto, ante el que arrasó desde el recibimiento a porta gayola hasta el rejonazo final en el mismísimo platillo de la plaza. La vuelta al ruedo, junto al mayoral de la ganadería de Sánchez y Sánchez , tuvo aires de gran acontecimiento.

Andy Cartagena logró excelentes pasajes de templanza con el buen primero, en una faena que fue a menos. Todo lo contrario que con el cuarto, el toro de menor tono de la tarde, al que, a base de exposición aprovechó al máximo. Un par a dos manos sin cabezada marcó su cenit.

Leonardo Hernández estropeó con los aceros la gran faena al tercero. Los quiebros levantaron pasiones, pero, al final, todo quedó en nada tras atascarse con el descabello. En el mismo buen tono con el sexto, al que despenó con acierto, lo que le valió una trofeo.