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ABC Cultural

Los enverdinados y un brindis a Florito

MADRID. Los toros se han enverdinado, de verde, no de verga, que entonces sería envergados y suena feo. Además para envergados, los sufridores de este San Isidro. Por el mismo sitio que convenimos usted y yo, o sea por la cartera. Conviene matizar para que ... no haya confusiones, que luego vienen los líos lingüísticos, como le pasó a un vecino de localidad que diagnosticó rápidamente una liposucción a un señor o señora que sufría una lipotimia. Lo menos que te puede dar en esta Feria es una  liposucción y desintegrarte. Eso que te evitas. En el ruedo, los toros de La Dehesilla, Pereda y Navalrosal se habían autoliposuccionado, es decir, que estaban enverdinados, que dice don Miguel Criado: mucha hierba (verde) en esta frondosa primavera, y no rematan, claro, y se van por los esfínteres los kilos del invierno y los piensos. Pero en la plaza también les daban lipotimias, con lo que el diagnóstico del vecino de localidad del señor o señora valdría para los animalitos; lipotimia o liposucción, qué importa. Total, los veterinarios o presidentes de servicio ayer tampoco distinguen demasiado. Le pregunté a Julián Ávila, que sabe de ganado, creyendo que me iba a instruir sobre si aquel toro primero se había enverdinado, autoliposuccionado o lipotimizado: «Eso es un novillo». Vaya con Julián. Pues el anovillado era además tonto de baba y carajote. Vicente Barrera se lo brindó a María Teresa Campos, que puso luego la mejor de sus sonrisas para devolverle la montera después de la nada.

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