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ABC Cultural

El Juli, más de veinte años de ambición

Corta una oreja al peor lote y empata con Manzanares; Ponce pincha el premio en tarde de malas espadas en Valladolid

El Juli, en un derechazo de mano baja Heras

Rosario Pérez

Más capotazos que años de alternativa sumaba la terna recibió el primer toro, que manseó de salida pero cada vez que acudía a las telas humillaba deliciosamente. No parecía un dechado de fortaleza, pero desde el primer lance se atisbó su calidad. Había ganas de ... verlo a solas con el matador. Y Enrique Ponce lo trató con limpieza de principio a fin, salvo con el acero, que privó de una tarde de triple puerta grande. El valenciano se dobló en el inicio y lo empapó de muleta. Todo temple y suavidad, con un mansito de Domingo Hernández con un gran fondo de nobleza. Por ambos pitones lo toreó con elegancia, aprovechando la buena embestida. Aquella plasticidad tapaba la falta de apreturas. En el epílogo, toreó con desmayo entre los plácemes de los tendidos, que congregaron la mejor entrada que se espera en la feria, aunque ni de lejos se llenó pese a reunir a tres figuras. «¡No te retires nunca!», gritó un partidario mientras dibujaba un cambio de mano angelical. Se presentía el triunfo, pero no anduvo acertado con la espada ante un «Lillesito» que murió pegando coces.

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