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Roca Rey conquista Sevilla

Corta dos orejas al tercero y pierde la Puerta del Príncipe con el acero en el sexto; la estocada roba también el triunfo a Castella con un gran toro de Victoriano del Río, premiado con la vuelta al ruedo

Roca Rey pasea las dos orejas del tercer toro Efe

ABC.ES , ABC.ES , ANDRÉS AMORÓS y ABC.ES

Crónica

Una tarde de auténticas emociones taurinas: Roca Rey corta dos orejas a su primer toro y se queda al borde de abrir la Puerta del Príncipe. Al magnífico cuarto toro de Victoriano del Río se le da la vuelta al ruedo y Castella pierde los trofeos por los aceros.

El primer toro, ensabanao salpicao, es una preciosidad, digno de un Museo de Ciencias Naturales. En cuanto ve al caballo, embiste, derriba y salta por encima del caído picador. Como flaquea, quiere Sebastián cambiarlo con una sola vara, después de esto ; acierta el Presidente José Luque Teruel (hijo del inolvidable Andrés Luque Gago) al negarse. En la muleta, la res tardea y se apaga. Castella está firme y tranquilo pero no logra el lucimiento. Mata mal.

Tiene la gran fortuna de que le toque un toro extraordinario, el cuarto, “Derramado”, castaño, de 520 kilo s, que va derramando bravura por el albero: es suave en el capote; va bien al caballo; galopa en banderillas (saluda Chacón); en la muleta, no se cansa de embestir, de largo y en corto, humilla, hace el avión… Todo un repertorio de virtudes. Castella torea reposado, con gusto, sintiéndose, aprovechando la gran nobleza del toro, con todo su repertorio. (Sólo le sobran las manoletinas finales, impropias de una res de esta categoría). Tenía ya las dos orejas en el bolsillo pero las pierde por el descabello. Se le da una merecida vuelta al ruedo al gran toro.

En su última tarde de la Feria, a Manzanares le tocan los dos toros menos lucidos . El segundo es brusco, derriba al caballo pero sale de naja; en banderillas, aprieta y corta el viaje. Manzanares, molesto por el aire, lo mete bien en la muleta, con un toreo pausado, muy técnico y también emocionante, por las dificultades del toro, que está a punto de sorprender al diestro varias veces, hasta que se raja totalmente a tablas. Mata con su gran facilidad. (Podría entonar, como tantos tenores, la romanza de “El huésped del sevillano”, de Luca de Tena, Rioyo y el maestro Guerrero: “Fiel espada triunfadora / que ahora brillas en mi mano”). En el quinto, como diría un castizo, ídem de lienzo: sale coceando del caballo, se queda corto, rebrincado, pega cabezazos, como una devanadora. José María no se inmuta: con facilidad y empaque, lo mete en la muleta, por la derecha, logra algunas series buenas. Por la izquierda, el toro no tiene ni un pase y le da varios sustos. Esta vez, pincha, antes de la estocada.

Ahora mismo, el peruano Andrés Roca Rey es el nuevo fenómeno que todos los públicos quieren ver: los entendidos, para valorarlo; el gran público, para comprobar si es cierto lo que cuentan de su valor. No tuvo suerte, como sus compañeros, el Domingo de Resurrección pero esta tarde da un paso importante en su carrera: corta dos orejas al tercero, el sobrero “Soleares”, de casi 600 kilos, pone de pie al público. Lo suyo – con viene aclarar – no es sólo valor, que lo tiene de sobra; tiene también mucha cabeza. Por eso, no se emperra – como algunos - en la faena preconcebida sino que varía con rapidez, según la lidia lo vaya pidiendo. En cada momento, sabe dar al toro – y al público – lo que están pidiendo.

Recibe al tercero con buenas verónicas; como flaquea, lo deja casi sin picar. Liga los estatuarios con un cambiado por la espalda que sorprende. Pero hay otra sorpresa mayor: cuando lo cita, el toro sale huyendo del diestro. (Comentan mis vecinos guasones: “¿Le ha dado miedo del torero? ¿Le habrá dicho alguna picardía?”). Sin empeñarse en cambiarlo de terreno, donde el toro quiere – la receta que propugnaba Marcial Lalanda – impone su mando, le deja la muleta en la cara, liga los derechazos de mano baja con arrucinas, le busca las vueltas. El público se ha puesto en pie , entusiasmado. Entra a matar con fe y, aunque el acero queda algo desprendido y la res se amorcilla, acierta el Presidente (esta tarde, sí) al concederle las dos orejas.

Todos desean que corte un trofeo más en el último pero es muy huído, se para, no permite el lucimiento. Esta vez, demuestra su corta experiencia al demorarse, con los aceros. Pero ha conquistado Sevilla con su pasión contenida, que une cabeza y valor. ¡Cómo hubiera disfrutado esta tarde su paisano Mario Vargas Llosa!

Directo

Sexto toro

Sale el último de la tarde, número 81, Exclusivo, negro, de 525 kilos. Turno de Roca Rey, en busca de la Puerta del Príncipe. Comienza a llover con intensidad. Todo el mundo pendiente de la actuación del peruano. Por si el toro había dejado alguna duda, allá que se plantó Roca a torear y ligar la primera serie en redondo, con la mano baja, que hace sonar la música. Fenomenal el asentado Roca, que ve toro por todos lados. No es posible la limpieza, pero la faena transmite. Cierra por manoletinas. La espada se lleva la oreja y la codiciada Puerta del Príncipe. Una lástima. Tres pinchazos y estocada contraria delantera y seis descabellos. Suena un aviso. Se marcha a hombros por la puerta de cuadrillas.

Quinto toro

Sale el quinto, número 103. Casero. Negro. 485 kilos. No es como el anterior de primeras. Ni de segundas. Manzanares se muestra por encima del áspero rival, pero la brillantez es tarea imposible. Saluda una ovación el torero tras dar muerte al toro.

Cuarto toro

Sale el cuarto, número 51, Derramado, castaño, de 520 kilos. Apunta condiciones desde su salia y Castella se recrea en un gran prólogo de faena, con mueltazos extraordinarios. El toro mete la cara, repite y el francés liga series de mucha emoción, con temple y asiento. Hay un cambio de mano maravilloso, eterno. Una máquina de embestir este Derramado, que derrama viajes excelsos, conducidos de manera fenomenal por el torero de Beziers, aunque abusa en algún momento de las distancias cortas. Abrocha por manoletinas, con toreros pases de la firma. Lo mata de una estocada trasera, que requiere el uso del verduguillo. Tes golpes que le hacen perder las orejas. Suena un aviso. Vuelta al ruedo.

Tercer toro

Ya está en la arena el tercero, número 163, Descreído, negro burraco, de 523 kilos, con el hierro de Toros de Cortés. Flojea y asoma el pañuelo verde. El sobrero es de la misma divisa, Soleares, número 157, de 595 kilos. Roca Rey brinda al público e improvisa pases por las espalda que de "¡ay!" Tremendo el valor. Suena la música para el peruano, que se pone a torear de verdad. Liga los muletazos en un palmo de terreno, en una actuación imponente de principio a fin. Mata de estocada recibiendo. Tarda en caer y suena un aviso. Asoman los pañuelos. ¡Dos orejas!

Segundo toro

Sale el segundo, número 74, casero, negro, de 557 kilos. Este toro también derriba al picador, Chocolate. Roca Rey aprovecha su turno de quites y se echa el capote a la espalda por caleserinas. El toro, muy geniudo, transmite mucho, quiere las cosas por abajo. Manzanares se planta con firmeza con él, tirando de técnica y dejando la muleta siempre adelantada y dando el toque necesario. Suena la música para el alicantino, pero el toro canta su mansedumbre y se raja a tablas. José María lo mata de un espadazo letal, rinconero. Saludos.

Primer toro

Máxima tensión. Castella se va a recibir al primero a la puerta de chiqueros. Instantes ceremoniosos y de corazón en vilo cuando se levanta con más fuerza Eolo con el francés frente a la puerta de chiqueros. Libra la larga con riesgo y éxito y continúa con lances emocionants a este toro ensabanado salpicado, Entonado de nombre, de 573 kilos, que derriba con estrépito al picador, atrapado bajo el peto y que recibe el pisotón del victoriano en un salto. Castella quita por ceñidas chicuelinas al toro, de bella estammpa. El toro, que se apaga, no acaba nunca de romper y el francés lo intenta con firmeza pero es muy molestado por el viento. Pinchazo y media caída. Silencio.

Paseíllo

Con los tendidos a reventar, hacen el paseíllo Castella, de lila y azabache; Manzanares, de celeste y oro, y Roca Rey, de verde y oro.

Sorteo

Esta mañana se sortearon los toros de Victoriano del Río que van a lidiarse a partir de las seis y media de la tarde. El tercero lleva el hierro de Toros de Cortés.

Cartel

¡Buenas tardes! Bienvenidos a la décima corrida de la Feria de Abril, que ya ha colgado el cartel de agotadas las localidades. Se anuncian Sebastián Castella, José María Manzanares y Andrés Roca Rey.

Previa

Esta mañana se ha realizado el sorteo de los toros de Victoriano del Río-Toros de Cortés que esta tarde se lidiarán en el décimo festejo del abono 2017 en Sevilla. El cartel lo componen Sebastián Castella, José María Manzanares y Roca Rey. El festejo comienza a las 18.30 horas.

El orden de lidia es el siguiente:

1º Número 64. Entonado. Ensabanao salpicao. 573 kilos. 10/2012 (Victoriano del Río)

2º Número 74. Casero. Negro. 557 kilos. 12/2012 (Victoriano del Río)

3º Número 163. Descreído. Negro burraco. 523 kilos. 11/2012 (Toros de Cortés)

4º Número 51. Derramado. Castaño. 520 kilos. 10/2012 (Victoriano del Río)

5º Número 103. Casero. Negro. 485 kilos. 01/2012 (Victoriano del Río)

6º Número 81. Exclusivo. Negro. 525 kilos. 02/2012 (Victoriano del Río)

Los sobreros son:

1º Número 157. Soleares. Negro salpicao. 595 kilos. 08/2012 (Toros de Cortés)

2º Número 5. Decorado. Tostao chorreao. 527 kilos. 03/2013 (Victoriano del Río)

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