A centímetros de la muerte
El pitón que el viernes atravesó el mentón de Julio Aparicio puso al torero a centímetros de la muerte. «Tuvo muchísima suerte», decía Julio Acero, jefe de Servicio de Cirugía Maxilofacial del Hospital Quirón de Madrid. «El asta se metió por debajo del mentón y ... salió por la boca con limpieza. Si hubiera entrado por el cuello más lateral y hacia abajo habría dañado la yugular o la carótida. Si en lugar de salir por la boca, el cuerno se desvía hacia atrás hubiera alcanzado al cerebro. Las dos trayectorias habrían sido mortales ».
La cornada ha sido más espectacular que grave. El asta ha afectado a estructuras no vitales: la cavidad oral, el paladar la lengua y los maxilar superior. «Todo se puede suturar y reconstruir. No habrá secuelas importantes y se recuperará con rapidez, si no hay complicaciones».
Los cirujanos del Doce de Octubre, donde le operaron, ya le han reconstruido las estructuras dañadas y le han fijado los maxilares con placas por la fractura. Durante la cirugía también le hicieron una traqueotomía, una apertura en la tráquea. La traqueotomía es temporal y le ayuda a respirar mientras desciende la inflamación de la vía aérea.
«Mejora dentro de la gravedad»
Julio Aparicio "evoluciona favorablemente aunque dentro de la gravedad" de la cornada que sufrió el viernes en la plaza de Las Ventas, según fuentes del Hospital Doce de Octubre de Madrid.
Así lo indica el escueto parte médico facilitado a primera de esta tarde, que sólo añade que el diestro permanece ingresado en el Servicio de Medicina Intensiva del hospital, informa Efe.
Aparicio pasó el día de ayer "tranquilo y aliviado por calmantes" y llegó a recibir algunas vistas de personas muy allegadas, entre otras las de su hermana Pilar y su mozo de espadas Francisco José García "Niño de Las Ventas", con quienes se comunicó por señas, ya que todavía no puede hablar.
El percance de Aparicio, hace dos días, sobrevino cuando toreaba con la muleta al primer toro de la tarde. Perdió pie y cayó al suelo y, al levantarse, el animal le arrolló de frente y le alcanzó de lleno con un pitonazo seco y certero.
El pitón, que le entró a la altura del cuello, le salió por la boca afectándole a la lengua, el paladar y el maxilar superior. Fue operado primero en la misma enfermería de la plaza y, después, en el Hospital 12 de Octubre, durante casi seis horas.
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