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ABC Cultural

Cayetano Rivera Ordóñez, de casta le viene al galgo

Corta una oreja y pincha otra en una tarde de gran expectación en la Feria de Burgos

Cayetano inició de rodillas la faena al tercero, un buen toro de Montalvo Javier Arroyo

ROSARIO PÉREZ

De casta le viene al galgo. Y ahí estaba Cayetano para demostrarlo, tan Rivera por momentos, tan Ordóñez en otros. Con el mejor toro de la parte inicial del festejo, se entregó al máximo en una faena vivida con enorme pasión en los ... tendidos, prácticamente llenos. ¡Qué maravilla de entrada! Miles de pupilas se imantaron a las telas del dinástico torero desde el emocionante prólogo, sentado en el estribo primero y de rodillas después en una interminable e intensa ronda, en la que toreó de verdad. ¡Cómo embestía este montalvo! «Cívico» se llamaba y de ídem era su gran viaje, que permitió a Cayetano coser series de hasta media docena de muletazos, rematados con personales pectorales. La ligazón y la persecución del temple presidieron la buena faena, en la que buscó también la complicidad de un sector con un trío de molinetes, coronados con un señorial pase de pecho rodilla en tierra. No fue la perfección técnica, pero sí la raza y la disposición, que suplían cualquier otra carencia. Con las gradas enloquecidas, enterró un espadazo con su sello, pero cayó tendido y necesitó del uso del verduguillo. No importó: la moderna cubierta de asientos «espinaca y yema» se pobló de pañuelos de todos los colores, como un arco iris de anticipo al «Orgullo», a juego con las camisetas de las peñas: rosas, verdes, violetas, amarillos, azules, blancos... Pidieron con fuerza las dos orejas, pero el presidente solo concedió una.

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