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ABC Cultural

Iván Fandiño, gris plomo y oro

Su gran reto con seis toros cuelga el «No hay billetes» en Las Ventas pero acaba en decepción

Iván Fandiño, gris plomo y oro paloma aguilar

andrés amorós

Todo pintaba muy bien, al comienzo... y todo acabó muy mal. No es nuevo, en una tarde de toros. Fandiño ha pisado el ruedo vestido de gris plomo y oro. Había apostado muy fuerte: abrir la temporada, en Las Ventas, con seis toros y de ... las ganaderías «duras»: un verdadero gesto; sobre todo, en un momento en el que muchas figuras eligen tan cuidadosamente sus toros. El público respondió, llenando la Plaza, con gran expectación. Ése ha sido el oro. Luego, la tarde se ha despeñado por el gris plomo: ni los toros han dado buen juego ni el diestro ha logrado lucimiento en ninguno de ellos. Es verdad que varios han mostrado claras dificultades pero también lo es que se ha echado de menos variedad, repertorio, sentido de la lidia; incluso, las estocadas que suele lograr Iván, tantas tardes. Sus fallos con la espada son claro síntoma de que no se ha sentido a gusto en ningún momento. Y el público, lógicamente, se ha ido desinflando, hasta llegar al desencanto final, con incívico lanzamiento de almohadillas incluido [así te lo hemos contado en directo].

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