El Fórum de las Azores pone en alza los valores culturales de la crianza del toro bravo

En el auditorio de la localidad terceirense de Praia da Vitoria, varios expertos locales insistieron en la peculiar naturaleza de estas islas, ajenas al ser humano hasta hace cinco siglos y cuya población fue un desafío cultural al que ayudó en gran medida el toro bravo.

Según Manuel Dias, biólogo y profesor de la Universidad de Azores, «el pastoreo del bravo perturbó sensiblemente el paisaje original pero alteró, para mejor, la flora de la isla». Por su parte, Enrique Silva, etnógrafo y director de la web Siaram sobre la vida natural de las Azores, aseguró que desde hace cinco siglos el toro bravo defiende zonas muy importantes de Terceira, una de las partes de Europa de mayor riqueza medioambiental.

Seña de identidad

El historiador Maduro Dias retomó una frase de Silva -«como indígena de esta isla, necesito los toros para vivir»- incidiendo en la histórica identificación de los terceirenses con la ganadería de bravo y la tauromaquia, tanto en su vida diaria como en el ritmo de trabajo y de ocio, lo que les hace ser «unos seres privilegiados».

Finalmente, Pedro Correia, a propósito de su tesis doctoral en Ciencias Agrarias sobre la sostenibilidad de la crianza de bravo en Azores, se remontó a la historia y la evolución de las ganaderías terceirenses y sus encastes.

La jornada matinal estuvo precedida de un solemne acto de apertura en el que participaron varios miembros de las instituciones locales, entre ellos el Director General de Cultura, Nuno Lopes, en representación del Gobierno Regional de las Azores, así como el historiador Jorge Forjas, que se remontó trescientos años atrás en la memoria de taurina de Azores a través de varios documentos relacionados con su propia familia.

En el discurso de apertura, el presidente de la Tertulia Tauromáquica Terceirense, Arlindo Teles, aseguró que la organización del Fórum tiene la misma ambición de ayudar a la fiesta de los toros que hace cinco años, cuando se creó el evento, pese a las crecientes trabas y a la incómoda situación política y social. Para Teles, este III Fórum sobre la defensa de los valores de la tauromaquia «más que una reivindicación de nuestra cultura es una afirmación de nuestra identidad».

El biólogo español Fernando Gil Cabrera cerró la jornada con la ponencia «Valores culturales de la crianza del toro y su evolución fisiológica», en la que abordó con imágenes la evolución cultural de la bravura en el último siglo. Los vídeos le sirvieron de preámbulo para explicar también científicamente la agresividad del toro, así como la fisiología del estrés en el cerebro y el sistema nervioso del animal para responder a la lidia.

El profesor Gil Cabrera dio a conocer un estudio realizado con varios ejemplares destinados a la lidia ordinaria y a los recortes, del que se deduce que las cantidades de serotonina son determinantes para la mayor o menor agresividad de las reses bravas.