Rivera Ordóñez y Cayetano, la sangre de Paquirri

A medida que fue creciendo la sangre que corría por sus venas –Ordóñez, Rivera, Dominguín- hizo que siguiese los caminos de su abuelo, padre y tíos. El 23 de abril de 1995 se hizo matador de toros en la Maestranza de manos de Espartaco. El pasado año decidió, por el momento, dejar los ruedos.

Su hermano Cayetano, más pequeño, vivió alejado de los ruedos. El parecido con su padre es innegable. Sin embargo, a mediados de la primera década del siglo XXI la sangre torera también le llamó, de tal manera que en septiembre de 2006 su hermano Francisco le daba la alternativa en la Goyesca de Ronda. Al igual que él, el pasado año se retiró de los ruedos.

Pero ambos han sabido mantener, cada uno en desde su concepción del toreo, viva la llama de un hombre, un torero, Francisco Rivera «Paquirri», por el que aquel 26 de septiembre de 1984 España entera se vistió de luto.