Ferrera: «Victorio y Lucchino han hecho una obra de arte para la Corrida Goyesca»

La idea surgió de su apoderado, Raúl Gracia «El Tato», y Raquel Revuelta . A partir de ahí, estos dos modistas de talla internacional se pusieron manos a la obra hasta tener a punto el terno, una auténtica joya de alta y artesanal costura. «Me quedé impresionado cuando lo vi. Es una obra de arte, pura maravilla», comenta con entusiasmo Ferrera, sabedor de que todos los flashes irán dirigidos a la seda y malla de plata que enjaeza su traje. «Ellos han puesto su alma para hacerlo, y ahora es mi turno en el ruedo».

La primera misión, la elegancia en el vestir, está cumplida. Pero al fondo se erige el toro, de la ganadería de El Cortijillo, propiedad de los hermanos Lozano, que han lidiado señores núñez en la plaza madrileña. «Conozco bien este encaste y, cuando un toro rompe y profundiza, se pueden cuajar faenas con un fondo importante».

Prometedor comienzo

El matador extremeño viene de triunfar en otra goyesca, el pasado sábado en Cáceres -donde cortó cuatro orejas-, y con un destacado principio de temporada en dos ferias de primera, Valencia y Sevilla. «Me encuentro en un momento muy bonito, en el que disfruto sacando lo que llevo dentro». Y ese es su propósito en el día de la Comunidad de Madrid : expresar todos los sentimientos que navegan por su alma. Dice que no le obsesiona la Puerta Grande, «aunque sí sueño con ella». «Quiero desgranar mi toreo -continúa-, cada vez de forma más clara. Y que sea lo que tenga que ser. Si logro la salida a hombros, será porque he recorrido y vivido el trayecto preciso».

«No me obsesiona la Puerta Grande, pero sí sueño con ella»

El matador pacense habla con poso y reposo, templado e inmerso en sus sentimientos más íntimos. Aunque sabe que el éxito numérico lo dan las orejas, le preocupan más la calidad y la hondura en cada muletazo. Asegura que Madrid «siempre es especial, a pesar de que se entremezclen muchos tópicos». «Al margen de que el Dos de Mayo sea una fecha grande, Las Ventas es el templo del toreo, con su mística y su personalidad», señala.

Antonio Ferrera estrena la terna que completan Morenito de Aranda y Alberto Aguilar. Un ilusionante «terceto» anunciado en el cartel de Mikel Urmeneta ( Kukuxumusu ), que ha escenificado el diálogo último entre toro y torero. Antes de que suenen los clarines a las seis y media de la tarde, habrá un desfile de carruajes con majos engalanados a la usanza de los tiempos de Goya. Además, la afición hará el paseíllo y podrá pisar el redondel, en el único festejo en el que se permite. «Se debería hacer más veces, al concluir las corridas -dice Ferrera-, para que el público tenga un contacto más directo con el escenario en el que se desarrolla el arte del toreo». Plástica, pictórica y emoción se fundirán hoy en la arena. Goya, el arte y los toros vuelven a Madrid.