'Había una vez, mi familia', un espectáculo que trenza humor, música y nostalgia

Gaby, Fofó y Miliki pertenecían a la tercera generación de una estirpe de payasos iniciada en la segunda mitad del siglo XIX y que sigue todavía vigente en su quinta generación. A ella se dedica este espectáculo, 'Había una vez, mi familia', un auto-homenaje donde se trenzan el humor, la música y la nostalgia (especialmente para quienes fueron niños en los años setenta).

'Los payasos de la tele', como se conocía al cuarteto, permanecen en el recuerdo de aquellos niños, hoy ya 'prejubilados', y dejaron un legado en forma de canciones que han atravesado el tiempo y han llegado a los niños e hoy. 'Susanita tiene un ratón', 'Hola Don Pepito', 'Había una vez un circo', 'Mi barba tiene tres pelos', 'La gallina Turuleca'...

Esteve Ferrer, uno de aquellos niños cuya infancia está marcada por las meriendas de pan y chocolate frente a la televisión en blanco y negro, ha escrito y dirige este 'Había una vez, mi familia', una propuesta sencilla construida en torno a una historia tan sencilla como añorante, y que el director ha querido convertir en un homenaje a la figura del clown además de a la familia Aragón.

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Se trata de un espectáculo de humor blanco, blanquísimo, que toca distintas teclas de los espectadores según su edad: a través del recuerdo, fundamentalmente, a los adultos, y a través de la inocencia, los gags y la música a los más pequeños. Ferrer (con la complicidad de Emilio Aragón como director musical) ha creado un mecanismo de relojería que precisa de una precisión extraordinaria, algo que se consigue solo a base de funciones. Esa quinta generación de Los Aragón -Mónica, Alonso, Gonzalo y Rodrigo- protagoniza la historia y resucita a aquel mágico cuarteto de payasos

'Había una vez, mi familia', en definitiva, es un espectáculo entrañable, tierno, acariciador, sin otra pretensión que hacer pasar un buen rato a los espectadores, tengan la edad que tengan, emocionarle y divertirle. Y lo consigue.