'Una terapia integral': la masa (y la miga) de la comedia
CRÍTICA DE TEATRO
La fiebre por hacer pan surgida en el confinamiento es la chispa de esta comedia, en la que se un gurú gastronómico imparte un curso carísimo de panadería a tres personas muy diferentes
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'Una terapia integral'
- Texto y dirección Marc Angelet y Cristina Clemente
- Escenografía y vestuario José Novoa
- Iluminación Sylvia Kuchinow
- Sonido Ángel Puertas
- Intérpretes Antonio Molero, Marta Poveda, Esther Ortega y César Camino
- Lugar Teatro Fígaro, Madrid
Existe desde hace algún tiempo en la escena española un cierto prejuicio hacia el denominado 'teatro comercial', como si fuera sinónimo de 'teatro menor' e incapaz de ofrecer funciones interesantes y de calidad. Nada más lejos de la realidad; bajo un tinte 'intelectual' se ofrecen ... en teatros públicos algunos productos carentes de interés del mismo modo que en el circuito comercial se pueden ver funciones infumables; la diferencia suele estar en las 'pretensiones' de sus creadores.
Las de Marc Angelet y Cristina Clemente, autores y directores de 'Una terapia integral' no son, creo, más que ofrecer al público una comedia sencilla, pero bien construida, con la que puedan pasar un rato agradable, en la que se puedan identificar con sus personajes y que les deje un regustillo picante que les lleve a pensar un poco en su vuelta a casa.
Y lo consiguen. 'Una terapia integral' es un iceberg que el espectador va descubriendo poco a poco. La fiebre por hacer pan surgida en el confinamiento es la chispa de esta comedia, en la que se un gurú gastronómico imparte un curso carísimo de panadería a tres personas muy diferentes. Pero hacer pan es tan solo una excusa y el curso se convierte en una terapia que irá revelando la personalidad de los tres alumnos y los secretos que estos (y el profesor) guardan celosamente.
'Una terapia integral', el pan como metáfora de la fe
Julio BravoAntonio Molero, Marta Poveda, Esther Ortega y César Camino interpretan en el Teatro Fígaro de Madrid la comedia de Cristina Clemente y Marc Angelet
Marc Angelet y Cristina Clemente desarrollan la comedia con habilidad y giros inesperados, y delinean con precisión a sus cuatro personajes: una mujer tremendamente tímida e insegura, otra que es todo lo contrario, un hombre que es todo positividad y el profesor, que exhibe dureza y no permite que nadie cuestione sus frecuentemente estrafalarios métodos. A darles carne contribuyen de manera sobresaliente los cuatro intérpretes: Marta Poveda, Esther Ortega, Antonio Molero y César Camino, muy distintos entre sí pero que se integran perfectamente en la masa de esta comedia y la hacen crecer para presentar al público una magnífica función de teatro.
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