'La Regenta', una novela «interminable y estremecedora», se convierte en ópera

Jordi Francés y Bárbara Lluch son, respectivamente, los directores musical y escénico de esta producción, que cuenta con el espacio escénico y la iluminación de Urs Schönebaum y el vestuario de Clara Peluffo. El reparto incluye a María Miró (La Regenta), David Oller (El Magistral), Vicenç Esteve (Álvaro Mesía), Cristian Díaz (Don Víctor), Pablo García-López (Paco Vegallana), María Rey-Joly (Obdulia), Anna Gomà (Petra), Laura Vila (Doña Paula) y Gabriel Díaz (El Sapo). El Coro de la Comunidad de Madrid y la Orquesta Titular del Teatro Real completan la nómina de intérpretes.

«Es asombroso como un hombre de treinta y tantos años fue capaz de escribir una historia así para contar una ciudad como Vetusta», sigue Amelia Valcárcel, de quien partió la idea de esta adaptación. «Es una novela mejor que 'Ana Karenina' y mejor que 'Madame Bovary'. No hay nadie que se salve».

Marisa Manchado, a quien dice Amelia Valcárcel que ha tenido que «domar», cuenta que ha introducido «mucha ironía en la música. La novela es tan tremenda, tan oscura, que de vez en cuando teníamos que respirar, y eso lo intento con la ironía». «Hay -sigue la compositora- un trasfondo de Brecht, de sus músicos: Zimmerman y Kurt Weill, pero también de Shostakovich». Es una música «menos experimental» que en otras partituras suyas, añade, con un canto «directo, menos impostado, sin vibrato; he procurado que sea 'fácil' para los cantantes y, sobre todo, que se entendiera el texto».

«Es una música al servicio del drama -apunta Jordi Francés-, una partitura muy narrativa pero muy abierta al tiempo. Los personajes cantan como sienten».

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Publicada en dos tomos en 1884 y 1885, 'La Regenta' fue la primera novela de Leopoldo Alas, 'Clarín', y es indudablemente uno de los grandes monumentos de la literatura española. A través de la historia de Ana Ozores, 'La Regenta', el autor quiso retratar una sociedad hipócrita, dibujada en una ciudad imaginaria, Vetusta, que era en realidad Oviedo. «Clarín fue muy cruel con la sociedad que retrata. No hay un personaje con el que querríamos pasar un fin de semana. Solo se salva Ana Ozores. Clarín nos enseñó a malmirarnos», dice Amelia Valcárcel. «Todos los personajes -apunta Matabosch- son reconocibles, a todos los conoces. Los dos grandes temas que aborda el libro son la hipocresía y la murmuración».

La autora del libreto dice, a propósito de la 'actualidad' de la novela, que «cualquier obra de arte, cuando lo es, se mete entre nosotros y nos pide que la entendamos. 'La Regenta' es tan grande que no la hemos llegado a entender. Bárbara Lluchi sí lo ha hecho, y hay una cierta dirección expresionista que acristala lo que dice Clarín».

«No veo más personajes que Ana Ozores; el resto es una masa de alquitrán que va manchando Vetusta. Son muchas las personas que van empujando a Ana hacia el precipicio. De alguna manera, Vetusta somos todos y Clarín nos puso ante un espejo para criticarnos», completa Bárbara Lluch.