'La noria invisible': Una historia de amor y de humor
«La pieza tiene el encanto de las grandes obras menores, de las obras que saben sus límites y saben ir un poco más allá de ellos. Pero sin perder una indudable perspectiva social y moral»
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónCrítica
'La noria invisible'
- Dramaturgia y dirección: José Troncoso
- Interpretación: Belén Ponce de León y Olga Rodríguez
- Iluminación: Leticia L. Karamazana.
- Escenografía: José Muñoz.
La vida es una noria invisible que puede hacernos estar en la ilusión de lo más alto pero que siempre termina dejándonos en el suelo. Mezclando un humor muy andaluz con el 'non sense' y la caricatura del limerick, risa a risa, he aquí ... una obra que habla de esa enorme noria de la vida en el parque de atracciones de la adolescencia. Dos seres marcados por la invisibilidad social, por el rechazo social y por la rareza nos cuentan una historia de amistad que, finalmente, es una historia de amor. Juana y Raquel, estigmatizadas por sus apodos de La Gafas y La Tetas, son dos personajes extraordinariamente bien construidos, alejados del tópico existencialista y que presentan su singularidad desde el humor. Con ellos, con ellas la risa está asegurada. Son ingeniosas, brillantes, trágicas y cómicas, pero sobre todo se levantan desde un fondo de ternura. 'La noria invisible' es la historia de esas dos soledades que se buscan, de esas dos ternuras que se necesitan en medio de esa violencia del estigma.
Su argumento está próximo al folletín de adolescente de instituto, pero no importa tanto ese argumento como la fiesta teatral que se crea a partir de él. El ingenio de los diálogos, lo desopilante de las situaciones y, sobre todo, unas interpretaciones que sostienen con la palabra y con el gesto esta obra, en el fondo costumbrista, pero de una solvencia dramática muy lograda. Junto a esto quiero destacar especialmente la música de Mariano Marín.
Valentía de vivir
'La noria invisible' tiene un humor simple y directo, pero por eso mismo más dado a la emoción. La gracia, el disparate, la burla no son en cualquier caso una mercancía inocente, un juego de palabras, sino que subvierten el tópico y lo delatan con ese coloquialismo del sur tan lleno de ingenio.
La noria invisible tiene el encanto de las grandes obras menores, de las obras que saben sus límites y saben ir un poco más allá de ellos. Pero todo eso sin perder una indudable perspectiva social y moral: la lucha por una dignidad, por hacer frente a la incomprensión, por no proyectar la incomprensión hacia una misma por las propias tendencias sexuales, por no dejarse vencer por el dolor y por el enfado con el mundo.
José Troncoso y la Estampida nos vuelven a hacer pasar un rato delicioso. Nos vuelven a dar un cuento sutilmente terrible que ensalza la valentía de vivir, de mirar desde lo alto de la noria y no ser vencido por el vértigo.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete