'El mar', memoria de un maestro y una promesa que no pudo cumplir

Hace unos años, Francesc Escribano escribió la historia de Antoni Benaiges en el libro 'Desenterrando el silencio'. Alberto Conejero lo leyó y sintió que debía llevar esta historia al teatro. Acababa de estrenar 'La piedra oscura' y quería seguir su búsqueda de la memoria. Con la complicidad de Xavier Bobés, un creador que desarrolla su trabajo en el teatro de objetos, puso en pie 'El mar. Visión de unos niños que no lo han visto nunca', que se estrenó hace un año en el Teatre Nacional de Catalunya, en Barcelona, y llega ahora al Teatro de La Abadía, donde estará hasta el 26 de febrero.

Con dramaturgia de Alberto Conejero, a partir de textos de las niñas y niños de la escuela de Bañuelos de Bureba, de Benaiges, de Marina Garcés y el propio Conejero, 'El mar' propone, según sus directores, «un dispositivo en que los objetos, el poema y el material documental conviven sin jerarquías». El actor Sergi Torrecilla es (junto con el propio Bobés), el intérprete de la obra

«Es una obra sobre el aprendizaje, y yo he aprendido mucho», dice Conejero refiriéndose, fundamentalmente, al cruce de lenguajes y al trabajo en el mundo de la manipulación, que hace que los textos tengan «materialidad poética». Xavier Bobés cuenta que entre los objetos que aparecen en el montaje -que el espectador ve a través de proyecciones en directo- hay piezas de los años 30 que han sido cedidas por coleccionistas y otras que se han reproducido. «Los cuadernos cobran vida», dice Bobés. Pero los 'objetos estrella' son dos: un gramófono y una pequeña imprenta, convertidos en «el pilar de la manipulación», explica.

Alberto Conejero define su trabajo en 'El mar' como el de un rapsoda. «He cosido los textos, que se buscaban en el tiempo». Esta obra -«una experiencia poética más que un espectáculo -concluye Juan Mayorga, director de La Abadía-, nos permite atender al deber de memoria, que es un deber de pensar».