Jorge Maronna: «Les Luthiers es una escuela de creación, de disciplina y de convivencia»

¿Qué les ha llevado a tomar la decisión de terminar la trayectoria de Les Luthiers? ¿Les ha costado mucho?

Después de casi 56 años trotando por los escenarios con este trabajo hermoso pero exigente, se impone un descanso. Tomar la decisión de cerrar no fue fácil; se trata de concluir con la actividad de toda nuestra vida. ¡Y qué actividad magnífica, irrepetible!

Ya sé que la pregunta es difícil de responder, y más después de más de cincuenta años de carrera, pero ¿qué ha supuesto Les Luthiers para usted, como artista y como persona?

Cuando empezamos yo tenía sólo 19 años, y a partir de ese momento la actividad de nuestro grupo se convirtió en el eje sobre el que se construyó toda mi vida adulta. Les Luthiers es una escuela de creación, de disciplina, de convivencia, que me permitió vivir una infinidad de experiencias hermosas: además de las artísticas, que son tantas, pude conocer personas extraordinarias, hacer amigos entrañables, recibir el cariño y la gratitud del público, mucho más de lo que hubiera soñado en nuestros modestos comienzos.

¿Es capaz de quedarse con un momento dentro de la trayectoria de Les Luthiers?

En esta etapa de despedida recuerdo necesariamente el momento en que, junto con Gerardo Masana, Marcos Mundstok y Daniel Rabinovich, fundamos Les Luthiers. Fue un período heroico, de incertidumbre acerca del futuro, pero también de entusiasmo y amor por lo que hacíamos. Y, simétricamente, otro momento histórico con el que me quedo es el actual, en el que el público de cada función de esta despedida nos emociona con su agradecimiento y nos da felicidad.

¿Qué ha supuesto España dentro de su carrera?

España es nuestra segunda casa. A lo largo de tantas décadas pudimos recorrerla entera y más de una vez. Fuera de Argentina, es el país en el que más tiempo hemos vivido y trabajado: sumando las duraciones de nuestras sucesivas giras vemos que hemos pasado aquí muchos años, años bellísimos y disfrutados. Como artistas vamos a echar de menos a España, aunque regresaremos con frecuencia en los tranquilos roles de padres y abuelos: Carlos López Puccio y yo tenemos sendos hijos que viven aquí, y nietos españoles.