'Generaciones': herencia, tradición... y algo más
Crítica de danza
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'Generaciones'
- Coreografías 'Ritmos' (Alberto Lorca / Jose Nieto), 'Pastorela' (Antonio Ruz / Manuel Blasco Nebra), 'Grito' (Antonio Canales / Varios autores)
- Iluminación Freddy Gerlache / Olga García / Sergio Spinelli
- Vestuario Pin Morales, Román Arango / Alejandro Andújar / Pedro Moreno
- Intérpretes Aloña Alonso, Francisco Velasco, Inmaculada Salomón, Esther Jurado, Ballet Nacional de España
- Dirección Rubén Olmo
- Lugar Teatros del Canal
Estos días, en que las palabras herencia y tradición se repiten a menudo al hablar del relevo monárquico en Gran Bretaña, es un buen momento para reflexionar sobre su papel en la danza española, un mundo donde el peso del pasado es, en ocasiones, ... tanto, que el respeto se puede convertir en inmovilismo.
Rubén Olmo, director del Ballet Nacional de España, demuestra saber con 'Generaciones' -el programa presentado en los Teatros del Canal- que en el medio está la virtud y el equilibrio. Lo componen dos piezas muy distintas del repertorio de la compañía -'Ritmos', de 1984, y 'Grito', de 1997- junto con tres solos creados para este espectáculo, y presentados por separado cada uno de los tres días que el programa ha estado en cartel.
'Generaciones' sirve, en una primera lectura, para reafirmar una vez más la excepcionalidad de la danza española, con sus cuatro puntos cardinales: baile clásico-español, escuela bolera, folclore y flamenco: los tres primeros son estilos que, desgraciadamente, están en estilo en peligro de extinción, en parte por la voracidad del cuarto, pero también por el descenso de las compañías que mantengan este estilo en su repertorio.
El Ballet Nacional de España se presenta así como la reserva espiritual de una danza única en el mundo -y por tanto, un tesoro-; aunque no puede caer, y no lo hace, en la contemplación, sino que es, y este programa vuelve a demostrarlo, motor de nuevas creaciones y de la evolución de la danza española.
En cuanto a las coreografías: 'Ritmos' es una de las joyas de la corona del Ballet Nacional. Nació en la ya legendaria noche del 13 de julio de 1984, en la misma velada en la que se alumbró 'Danza y tronío' y 'Medea'. 'Ritmos', sin duda abrió nuevos caminos para nuestra danza gracias a la música de José Nieto y al trabajo tan riguroso como atrevido del coreógrafo Alberto Lorca, que 'balanchinizó' -perdón por la palabra- en esta pieza la danza española. El BNE la ha presentado con cariñoso respeto (aunque la grabación es manifiestamente mejorable), y es una delicia ver a dos espléndidos veteranos como Aloña Alonso y Francisco Velasco bailar el delicioso paso a dos central.
El solo presentado la primera noche es 'Pastorela', de Antonio Ruz, sobre música de Manuel Blasco Nebra (1750-1784), interpretada al piano en vivo por José Luis Franco. Es una obra con las fronteras diluidas, donde la danza contemporánea se funde con la danza española en un ejercicio de virtuosismo maravillosamente bailado por Inmaculada Salomón, ejemplo tanto de calidad como de la ecléctica preparación de las nuevas generaciones.
'Generaciones', la evolución de la danza española según el Ballet Nacional de España
Julio BravoLa compañía que dirige Rubén Olmo estrena su nuevo trabajo en los Teatros del Canal
A Antonio Canales se le encargó hace veinticinco años una pieza que reuniera distintas piezas flamencas para la compañía. El resultado es 'Grito'; las coreografías son impecables y limpias, además de un traje hecho a medida. pero pertenecen a otros tiempos -el propio Canales abordaría hoy, seguro, de otra manera el trabajo-, y se ven con agrado porque están bien interpretadas y presentadas, pero casi con mirada arqueológica; el flamenco hoy circula por territorios muy diferentes, y el propio Ballet Nacional tiene trabajos que lo demuestran.
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