Estrella Morente: «Se aprende de todo, cualquier paso que uno da es hacia adelante»
La cantante granadina es el mascarón de proa de 'Oco', un espectáculo creado por Pino Sagliocco y que funde flamenco y rock
El cartel incluye también a los músicos Antonio Carbonell, Bernard Fowler y Tim Ries y a los bailaores Belén López y El Yiyo
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Julio Bravo
Madrid
Quienes conocen a Pino Sagliocco (Carinaro, Italia. 1959), promotor musical y presidente de Live Nation en España, notan ese brillo especial que alumbra sus ojos cuando tiene entre manos un proyecto que le ilusiona. Y lo tiene. El hombre que juntó a Montserrat Caballé ... y a Freddie Mercury en la ya mítica 'Barcelona', que produjo el disco de Camarón y Tomatito en Montreux en 1991 y que fue durante un tiempo el responsable de la carrera de Joaquín Cortés ha unido ahora sus dos grandes pasiones, el rock y el flamenco, para crear 'Oco', que tras un aperitivo en el Teatro Albéniz en abril de este año, se presenta ahora en el Espacio Delicias Madrid.
Estrella Morente, Antonio Carbonell (también director musical del espectáculo), Bernard Fowler, Tim Ries (vocalista y saxofonista que colaboran habitualmente con los Rollling Stones), los bailaores Belén López y El Yiyo... Son los cabezas de cartel del espectáculo, «una fantasía, un viaje fascinante por los dos universos, el flamenco y el rock», como lo define Sagliocco.
El espectáculo cuenta además con Lita Cabellut, que ha creado las veinte obras de videoarte que se proyectan y ha decorado el Espacio Ibercaja Delicias; con Juana Martín, diseñadora del vestuario; y con Juanjo Beloqui, responsable de la iluminación.
Una boda por todo lo alto
Estrella Morente, una de las máximas figuras actuales del flamenco, es sin duda el mascarón de proa de este proyecto. Cuando se le pregunta si flamenco y rock casan bien, ríe: «¡Hombre, mi padre hizo una boda por todo lo alto! -se refiere al disco 'Omega', que Enrique Morente hizo junto a Lagartija Nick-. Fue no solo un creador precursor, investigador e incluso instigador de esta mezcla, sino que fue uno de los primeros en descubrir la magia del diálogo universal que es la música. Hay gente que cuando ve el 'Guernica' de Picasso, no ve únicamente los grises, sino que es capaz de ver los colores que hay debajo: los rojos, los azules. Y mi padre sabía verlo. Y en este espectáculo vemos el rock y el flamenco como primera fusión, pero detrás está el blues, está el jazz, está el funky... Hay muchos géneros».
¿Qué le puede aportar un espectáculo de este estilo a una artista como Estrella Morente, con una carrera consolidadísima y llena de éxito? Ella lo tiene muy claro. «Se aprende de todo. De todas las experiencias, de todos los pasos que uno da. Porque cualquier paso que uno da es hacia adelante; es algo que aprende, algo que recorre. Fíjese, llevo toda la vida rodando y en las carreteras, pero nunca había estado en una compañía tan grande y en un espectáculo como éste».
«Es también -sigue Estrella Morente- un ejercicio de convivencia. Yo estoy acostumbrada a ir a un teatro, entrar en mi camerino, hacer la prueba de sonido, después el concierto, pero para mí esto es algo nuevo. Me habían hablado muchísimo mi abuelo Montoyita, mis tíos, del trabajo de compañía, pero nunca lo había vivido. Es un terreno que desconoces y que te saca de tu zona de confort. Supone alimentarnos de los demás».
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Hay algo más. «La constancia. Podría hablarle del colorido, de la fantasía que tiene el espectáculo, de lo bien que bailan, tocan y y ejecutan cada uno de los compañeros. Pero una de las cosas que más me entusiasma es el hecho de tener que estar todos los días a una hora concreta y ponerse al servicio del espectáculo. Estoy aprendiendo muchísimo, no solamente de lo que veo en el escenario, sino también de los momentos de camerino, de las pruebas de sonido, de los ensayos generales. Está siendo una delicia de verdad compartirlo con gente de tanta categoría».
Acostumbrada por tanto a defender únicamente su propio arte, Estrella Morente se siente en este espectáculo «un violonchelo. Si yo fuera un instrumento sería un chelo, un instrumento de cuerda. Lo intento hacer también en mis conciertos. Ser una cuerda más; pero claro, cuando somos una compañía como la que hay en este espectáculo, esa sensación se acrecienta».
Quedan, dice Estrella Morente, dos o tres ventanas por abrir, dos o tres portones en la tarea de derribar definitivamente las fronteras de la música, y cree que no es tan importante ser el primero como ser un artista sincero. «Prefiero dar una visión personal a algo que haya hecho ya otra gente que ser la primera en hacer algo. Me parece incluso más difícil darle personalidad a una versión de una canción, por ejemplo, que hayan versionado otros antes. Es muy importante hacer cosas originales, pero hacer honesta y honradamente tu propia versión de algo que ya existe me parece también un trabajo muy importante».
No quiere despedirse Estrella Morente sin mostrar su agradecimiento a Pino Sagliocco, por «esta cuerda locura», y también a Antonio Carbonell; «Tiene mucho mérito dirigir este barco y llevarlo a puerto, dirigir tanta música, pasar de Janis Joplin a Nirvana de forma natural.»
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